ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

Fuentes Bibliográficas
Sociedad y Población Rural en la Formación de Chile Actual: La Ligua 1700-1850
 
Tercera parte: Población y mentalidad.
 
Capítulo III. La estructura de la población.

4. Distribución de la población según las actividades productivas.

La aldea primero y la ciudad después, cobijaron una población directamente vinculada a la agricultura y la minería, bases de las actividades productivas de la región. No disponemos de ninguna fuente seriada que nos permita conocer la distribución porcentual de la población ocupada en las diferentes labores durante el siglo XVIII, e incluso de haberla, no sería exacto el panorama si tenemos en cuenta la combinación de actividades en una misma persona. A mediados del siglo XVIII hay instalados en la aldea 14 "mercaderes", propietarios de pequeñas tiendas que abastecen el comercio local. El resto de la población se ocupa de la agricultura o de la minería. En 1768, una lista de los 27 "vecinos" principales nos dice que entre ellos había 9 mineros, 8 comerciantes, 2 "peones de mina", 1 labrador y un dueño de tropas de mulas utilizadas para el transporte de carga, especialmente minera. Las otras 6 personas estarían presuntamente ligadas a la explotación de los terrenos agrícolas adyacentes. Habían además, numerosos inquilinos que tomaban en arriendo pequeñas propiedades agrícolas de los alrededores.

En 1813, un poco más del 60% de la población activa fue clasificada según su actividad productiva: el 54 por ciento se ocupaba en actividades primarias (116 labradores inquilinos y 66 jornaleros), el 31 por ciento en actividades secundarias (13 artesanos y 91 peones y sirvientes de minas) y el 15 por ciento en actividades terciarias (36 comerciantes y 13 domésticos). Así vemos que más de la mitad de la población activa de la ciudad aparece ligada a la agricultura de un modo directo: el cultivo de cereales para su propia subsistencia, para abastecer el consumo local y a veces, también destinada a la exportación. Las actividades secundarias, típicamente urbanas, estaban constituidas por el comercio y por el trabajo asalariado en los minerales o en los centros de refinamiento de éstos (molinos o trapiches). En fin, había también una gama reducida de trabajadores artesanales vinculados sobre todo al sector textil (fabricación de mantas, frazadas, alfombras, pellones), largamente arraigadas en la región y que se benefician de la mano de obra femenina(24). Los servicios, en cambio, eran casi inexistentes. La administración local era mínima y servida por funcionarios "ad honorem". En 1820 no había aún un "escribano" que manejara regularmente los asuntos judiciales, no obstante los deseos de la autoridad local(25). Todavía en 1836, las causas judiciales que se siguieron en La Ligua fueron dos "civiles" y una "criminal"(26).

Será el comercio el que alcanzará el desarrollo más importante a lo largo de la primera mitad del siglo XIX. En 1844 había 56 "casas de trato" en la ciudad, que emplean 101 personas, aun cuando el volumen de capital usado en las transacciones seguía siendo "mediocre"(27). En 1865 eran 86 los "comerciantes" y 108 en 1875(28). También las actividades de servicio aumentaron acorde a la complejidad de una vida social más intensa y al acrecentamiento de la población; el escribano público (que existía desde 1828), protocolizó en 1849 un total de 59 contratos públicos(29). Además, había un médico, quien era a su vez el propietario de la farmacia local(30).

Desde mediados del siglo XIX La Ligua concentrará sobre todo los servicios públicos, la artesanía más evolucionada, las profesiones liberales, los servicios de la salud y de la educación. En 1865, a pesar del carácter incompleto de los datos que contienen nuestras fuentes podemos concluir que, no obstante seguir siendo la agricultura y la minería rubros que ocupaban a un alto porcentaje de la población activa, las actividades terciarias representaban ya el 38% del total, como lo muestra el Cuadro N° 28.

El fuerte incremento de las actividades secundarias (que reunían por sí solas cerca de la mitad de la población activa) demuestra en forma categórica la amplitud alcanzada por el desarrollo urbano, como resultado de un aumento de la concentración de población y de una mayor demanda exigida por ésta. Por lo demás, este sector no cesará de crecer a lo largo del siglo XIX. En 1875 representaba el 58% del total de la población activa. La aparición de nuevas profesiones, barnizadores, caldereros, carniceros, dulceros, queseros, montureros, sombrereros, zapateros, etc., y el desarrollo de otras: los carpinteros, pasan de 28 en 1865 a 35 en 1875, los fundidores de 4 a 6, los plateros de 2 a 6, los alfareros de 1 a 6, los sastres y costureras de 182 a 206, testimonian la rapidez de este crecimiento(31).

Cuadro N° 28
DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓNACTIVA POR SECTORES DE PRODUCCIÓN. LA LIGUA. 1865 (%)

Actividades
Números absoluto
Porcentaje
Primarias
161
14%
Secundarias
552
48%
Terciarias
437
38%
Total
1.150
100,0