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Fuentes Bibliográficas
Sociedad y Población Rural en la Formación de Chile Actual: La Ligua 1700-1850
 
Tercera parte: Población y mentalidad.
 
Capítulo V. La nupcialidad.

1. El celibato definitivo.

Siguiendo el modelo clásico de los estudios de demografía histórica, hemos intentado precisar en La Ligua la intensidad y el reparto de la nupcialidad de la población soltera. Esto es, la distribución del primer matrimonio según la edad de los contrayentes y la frecuencia del celibato definitivo.

Corrientemente se ha utilizado para determinarlo el estado matrimonial de las personas muertas después de los 50 años, cuenta tenida de las escasas posibilidades que un matrimonio se realice después de esa edad. Por desgracia, no siempre las actas de defunción mencionan la edad, por lo que una buena parte de ellas escapa a nuestro control (más exactamente, el 27% del total registrado entre 1700 y 1849). Una segunda dificultad que conspira contra la exactitud de nuestro análisis, es el hecho de que a veces, aún disponiendo de la edad en el acta, se inscribe sólo el nombre del difunto, sin ninguna referencia a su estado matrimonial. Existen buenas razones sin embargo, para considerar como presuntamente solteras a las personas de estado matrimonial indeterminado.

La Tabla XVI, en Anexos estadísticos, nos entrega los datos brutos conocidos y su distribución a lo largo de todo el período. A pesar de la pequeñez de las cifras, hemos intentado un análisis detallado que permita obtener algunas conclusiones. El Cuadro N° 32 nos ofrece, en porcentajes, los resultados para cada sexo y en cada período distinguido. Según éstos, la frecuencia del celibato definitivo fue siempre alta, e incluso experimentó una tendencia al aumento. La ausencia de datos para los solteros durante el siglo XVIII, nos impide una comparación más detallada de las cifras. Si presumimos que todos los casos indeterminados son solteros, las proporciones que se alcanzan son aún más altas, aunque parecieran tender a disminuir en el tiempo:

Cuadro N° 32

SOLTERÍA DEFINITIVA

 

 Sexo femenino 

Período  Solteras  Casadas  Viudas  Sin dato  Conjunto
1700-1749

 -

40,5

12,2

47,3

100,0

1750-1799

 1,8

40,0

16,4

41,8

100,0

1800-1849

 17,3

34,5

24,4

23,8

100,0

1700-1849

 10,6

36,8

20,5

32,1

100,0

Ambos sexos en conjunto

 9,7

45,5

14,6

30,2

100,0


 

 Sexo masculino

 Período

Solteros

Casados

Viudos

Sin datos

Conjunto

1700-1749

-

46,1

7,8

46,1

100,0

1750-1799

7,2

51,5

7,2

34,1

100,0

1800-1849

13,8

53,7

13,5

19,0

100,0

1700-1849

9,1

51,2

10,8

28,9

100,0

Ambos sexos en conjunto   

Cuadro N° 33
LÍMITES EXTREMOS DE LA SOLTERÍA DEFINITIVA

 

Sexo Femenino

Sexo Masculino

Período

Límite
Inferior

Límite
Superior

Límite
Inferior

Límite
Superior

1700-1749

-

47,3

-

46,1

1750-1799

1,8

43,6

7,2

41,3

1800-1849

17,6

40,1

13,8

32,8

1700-1849

10,6

42,7

9,1

38,0

Ya hemos señalado el riesgo de utilizar en estos cálculos cifras tan reducidas, que pueden hacer variar sensiblemente los resultados. Sin embargo, parece fuera de toda duda el alto número de solteros entre la población adulta y su persistencia, si no su aumento, a lo largo del tiempo. Los pocos censos que permiten combinar edad y estado matrimonial, a través del siglo XIX, corroboran esta misma realidad.

Como lo muestra la Tabla XVII hay un número mayor de defunciones masculinas después de los 50 años. Esto podría indicar una sobremortalidad diferencial de mujeres antes de los 50 años de edad, suponiendo que los efectivos de las generaciones sean iguales. Sin embargo, sabemos que estos efectivos acusan ciertas diferencias que determinan a veces, un neto desequilibrio en favor de las mujeres(37). En otras palabras, el mercado matrimonial creaba una fuerte presión sobre los grupos masculinos, lo que explicaría la tendencia más alta al celibato definitivo entre las mujeres". Así, la preeminencia de mujeres en la población total, que ya hemos puesto de relieve, explicaría el margen superior de soltería definitiva que conoce el sexo femenino. Pero estas conclusiones no pueden ser sino hipotéticas ya que no sabemos cuántas defunciones sin edad (columna 3 de la Tabla XVII), corresponden a hombres y mujeres mayores de 50 años.