La Junta de Gobierno, etc.
Ningún sacrificio satisface a los tigres que se cebaron en la carne humana. El Virrey de Lima ha anulado las capitulaciones de mayo [2]. El Déspota que ni aún quiere oír al pueblo chileno en unos pactos que lo degradan, exige un rendimiento a discreción para saciarse en la carnicería de su existencia. La contradicción es el carácter de la tiranía. Después que se concedió a los mandatarios de Lima cuanto querían pretender, hoy vuelven a declararnos la guerra sin que puedan señalar lo que apetecen. Chile la sostendrá con toda la dignidad de su decoro, y con la fuerza de su poder. La naturaleza lo reclama imperiosamente. El hombre no nació para pasto de los leones. Volemos unidos a las armas, y juremos antes no existir, que cargarnos el yugo con que nos amenaza el nuevo General a quién se ha comisionado nuestra destrucción.
Santiago, 28 de agosto de 1814.‑ José Miguel de Carrera.‑ Julián de Uribe.‑ Manuel Muñoz y Urzúa.‑ Agustín Díaz, Escribano de Gobierno.
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[2] Tratado de Lircay (N. del E).