Poco debe estar en proporción y armonía en la memorable crisis actual, los esfuerzos patrióticos, la actividad del Gobierno, el arte y prudencia de los generales, y la heroica bravura de las tropas. Las acciones anteriores y el pasaje del [río] Maule hacen honor a nuestras armas y embellecen nuestra historia, al paso que el Directorio descubre por todas partes recursos, y acopia refuerzos. Es pues, tiempo de que el generoso vecindario despliegue su patriotismo para poner un término glorioso a una contienda cuya duración es ya degradante. El enemigo pronosticaba soberbiamente nuestra destrucción, pero la Divina Providencia le ha puesto la suya ante los ojos, si tenemos constancia y virtudes. Ella nos pone más cerca un campo de gloria y de laureles, y éste está igualmente abierto a todos los ciudadanos; los unos se adquirirán un honor eterno con sus sacrificios, los otros con la subordinación, los otros con la valentía. Entre tanto la causa americana prospera por todas partes. Buenos Aires tiene fuerza naval, ha tomado la isla de Martín García, y en el Tucumán tiene tres mil y seiscientas bayonetas, una numerosa caballería, y todos conocen cual es la caballería tucumana. México prospera, y el nuevo Gobierno de España maldice la barbarie de su predecesor, y conoce que esta guerra no ha de terminarse a su favor por las armas.