En oficio fecha 3 del presente dice el General en Jefe lo que sigue:
El 2 del que rige a las 6 y media de la tarde entré a esta ciudad. Su magistrado, corporaciones, y demás vecindario me hizo el honor de recibirme con las más festivas aclamaciones. El Brigadier don José Miguel Carrera en la orden del día 1° me había dado a reconocer a los cuerpos militares en todos los puntos de esta jurisdicción por General en Jefe del Ejercito; cuyo aviso oficial me anticipó a la Planchada de Penco por el conducto del Mayor General don Francisco Calderón. Estas previas disposiciones manifiestan hasta la fecha una idea lisonjera de la mayor tranquilidad.
Ya, Excelentísimo señor, está sobre mis hombros el grave peso del empleo, y para poder sostenerlo, y desempeñar sus funciones necesito precisamente de la protección de V.E.; sin ella precisamente daría por tierra en cortos momentos lo trabajado. Las tropas de estas divisiones se hallan desnudas, mal pagadas, y con créditos pendientes a su favor, de que resulta a primera vista un aspecto poco satisfactorio. Víveres, ninguno, caballos para entrar en la acción menos. Así es de primera necesidad se digne V.E. auxiliarme con cuanto considere su alta penetración sea suficiente para variar el diseño del triste cuadro que dejo demostrado, y sucesivamente pasar con rapidez a poner en movimiento el ejército, por lo que avanza la estación la invernal.
Se transcribe a V.S. para su inteligencia.
Dios guarde a V.S. muchos años.— Talca, febrero 10 de 1814.— Agustín Eyzaguirre.- José Miguel Infante.— Señor Gobernador Intendente de Santiago.