Oficio del Plenipotenciario del Gobierno.
Excelentísimo Señor:
A las 7 y media de la tarde del 26 de enero último llegué felizmente a esta ciudad. Mi entrada fue precedida de un numeroso pueblo, que en medio de sus halagüeñas aclamaciones gritaban con singular complacencia: ¡Viva la Patria y nuestro Gobierno! Este resultado tan dichoso del eco público manifiesta a todas luces la íntima adhesión que consagra en obsequio de V.E. este noble vecindario y la sumisión, y respeto con que mira y obedece las sabias disposiciones de V.E. Todo anuncia un porvenir más sereno y despejado, capaz de cicatrizar las grandes aflicciones que han sufrido los generosos habitantes de esta ciudad y su provincia por una continuación de sucesos muy consiguientes al actual estado de la guerra. En consecuencia, se me reconoció por Plenipotenciario con todas las facultades de V. E. el 29 en las divisiones del Ejército Restaurador y el 30 por todas las Corporaciones políticas y eclesiásticas, concluyéndose esta obra con la solemne Misa de Gracia y Te Deum, que se celebró el día de ayer en esta Santa Iglesia Catedral, y con la Proclama que en copia incluyo para dar indiferentemente a todos los cuerpos una ligera idea de los grandes y benéficos designios de V.E. A presencia de estas demostraciones públicas (a las divisiones de Concepción) sólo deseo y sólo me intereso en llenar con prudencia y con acierto los deberes de mi comisión. Repose V.E. tranquilo en esta firme protesta de la ingenuidad de mi carácter, y en que no dispensaré medio ni providencia que conduzca al mejor éxito de la salud y seguridad del Estado.
Dios guarde a V.E. muchos años.‑ Concepción, 1° de febrero de 1814.‑ Excelentísimo Señor José Ignacio Cienfuegos.‑ Excelentísimo Supremo Gobierno del Estado de Chile.
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Proclama del Brigadier Don José Miguel de Carrera
a las divisiones de Concepción
Defensores de la libertad; restauradores de Chile; soldados constantes y dignos de una memoria eterna. Al retirarme de vuestro lado, y al dejar el mando en manos del virtuoso y valeroso O’Higgins, os pido que concluyáis la obra con el mismo entusiasmo acreditado hasta hoy: que dejéis de entre vosotros las facciones e insubordinación, la pereza y todas las faltas impropias de un verdadero militar, y que sigáis ciegamente cuanto os mande para tener el consuelo de oír muy breve resonar en el globo entero las glorias americanas a que es consiguiente la felicidad del Estado, único objeto de los desvelos de quien fue vuestro General.‑ Carrera.
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Copia de carta del General O'Higgins
Señor Don Juan Mackenna:
Mi más estimado amigo: Son las dos de la tarde, y en este momento acabo de llegar a este fuerte de Penco; en él hallé al Mayor de Ordenes, Calderón, y me entregó la orden del día primero, cuya copia incluyo. No hay por ahora, ni el tiempo da lugar. Sin embargo no perderé proporción de noticiar a Vd. cuanto ocurra, y sea digno de que llegue a noticias de mi estimado amigo, quien ocupará la voluntad de S.S.Q.B.S.M.‑ Bernardo O'Higgins.‑ Penco, 2 de febrero de 1814.
Orden del día 1° de febrero
El Gobierno Superior del Estado, ha dispuesto se reconozca por General en Jefe del Ejército Restaurador al Coronel Don Bernardo O'Higgins.
Excelentísimo Señor:
En este momento he recibido la carta del señor General en Jefe y proclama de su antecesor que acompaño a V.E. en copia, con la complacencia y satisfacción que es consiguiente a la unión de las fuerzas del Estado para atacar y expeler de este suelo a los enemigos de la libertad.‑ Quirihue, 4 de febrero de 1814.‑ Juan Mackenna.‑ Excelentísimo Supremo Gobierno del Estado.
Oficio del Supremo Gobierno al señor Gobernador
Incluimos a V.S. las adjuntas copias de oficios que hemos recibido ayer de Concepción para la inteligencia de esos habitantes.
Dios guarde a V.S. muchos años. Talca, y febrero 7 de 1814.‑ Agustín de Eyzaguirre.‑ José Miguel Infante.