ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

El Monitor Araucano
Tomo I. N° 68. Martes, 14 de Septiembre de 1813.
"Concluyen las reflexiones sobre la libertad de América". Valoración de la justicia de la causa revolucionaria.(Iniciado en Nº 64, 65, 66 y 67).

Las violentas medidas de bárbara ferocidad adoptadas contra las Américas por los nuevos gobiernos españoles; prueban bien que el espíritu de opresión y tiranía es común a toda aquella nación, y que sus delitos son nacionales. No se ha armado contra nosotros un Felipe II sino la regencia y las Cortes de Cádiz, esto es, un poder Ejecutivo y un Congreso Nacional. Al paso que pelean por la libertad en Europa, intentan eternizar la esclavitud en las Américas. Maldicen la crueldad del Emperador de los franceses, y ellos han sido en el Alto Perú, en México, Caracas y Quito aun más feroces. Ellos han hecho creíbles y han reproducido los horrores de la conquista. Su conducta ha sido inspirada no por la lealtad en favor de un trono que ha caído para siempre, sino por las pasiones infernales y sórdidas, la soberbia, el odio, la codicia. Sólo en un rapto de locura y furor pueden los restos infelices de aquel pueblo concebir la idea de volver a elevar un trono, que está bajo el enorme peso de un poder colosal. Constantes en sus miras de violencias e injusticia aquellos gobiernos se erigen en soberanos de las Américas, a pesar de sus reclamaciones, les dictan leyes, desentendiéndose de que les disputan la autoridad conservan en su nueva constitución el plan antiguo de opresión y desorden, y decretan contra ellas invasiones, muertes e infamias. En vista de esto, sus tropas invasoras, no son, o no se dicen ejércitos reales, sino ejércitos de gobiernos intrusos, o de un complot de tiranos. No obstante ellos se atreven a mirar al cielo, y proclaman que la Providencia los favorece. Impiedad contra la justicia del Ser Supremo. La Providencia no puede bendecir a la injusticia y tiranía. Nosotros sí tenemos derecho para invocarla, y ella se ha declarado en favor nuestro: no podemos negarlo sin ingratitud. Mil veces la inexperiencia, la excesiva confianza, la falta de previsión y de política, los defectos personales han conducido al borde de su ruina a las provincias revolucionadas; pero Dios las ha salvado. ¡Oh! que la religión, la justicia, la beneficencia y las sanas intenciones nos aseguren la continuación de sus misericordias. La justicia de nuestra causa es palpable, y sólo podría perderse por nuestros delitos. Pueblos y caudillos de los pueblos en tan memorable período, no deshonréis la sublime y bellísima causa de la libertad. Vais a influir poderosamente sobre la suerte actual y futura de la especie humana: mostrad al mundo que la libertad no es para los pueblos un peso intolerable, y que pueden ser libres sin atraer sobre sí nuevos infortunios. ¿Quién numerará los males causados por la mal conducida revolución de Francia? El General Desmayo que inspiró aquella serie de acontecimientos melancólicos, fue igual a las esperanzas que se habían concebido de la libertad universal. Un jacobinismo diabólico, una inquietud facciosa, una inmoralidad sin límites, hicieron abortar los planes más hermosos.