ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

El Monitor Araucano
Tomo I. N° 66, Jueves 9 de Septiembre de 1813
"Continúan las reflexiones sobre la libertad americana". Valoración de la justicia de la causa americana (Viene de los Nº 64 y 65. Continúa en los Nº 67 y 68).

Este estado de miseria es mayor y mas sensible en razón del atraso en que se encontraba la Metrópolis. Si esta se hallaba envuelta en tinieblas, absurdos y preocupaciones de todo género; si las luces de sus vecinos no pudieron penetrar la horrible valla formada por sus envejecidos hábitos, amados y heredados errores, educación miserable y establecimientos crueles y bárbaros; es imposible que estas disposiciones desgraciadas no afecten y se comuniquen a sus colonias. Poca imparcialidad e instrucción se necesitan para advertir que esta triste pintura conviene perfectamente a la España. Tal era el estado melancólico en que la halló la actual revolución. De aquí es, que entre otras cosas, no podemos extrañar esa estupidez, esa ignorancia, esa barbaridad que manifiestan en sus palabras, obras, pensamientos y deseos los apasionados al antiguo sistema. Han dado en llamarlos sarracenos; pero lo cierto es que los sarracenos que se apoderaron de la Península, amaban a las letras y a los sabios, como lo prueba elegantemente el abate Andrés; pero los sarracenos de hoy día están cada vez mas mentecatos, aborrecen la ilustración, pero no se que recelos cómicos, cada letra y cada libro de los pueblos cultos y poderosos les parece un tigre, y quisieran ahorcar a todos los sabios, porque todos son patriotas. El sabio y elocuente periodista de Buenos Aires, en su N.° ó4, se admira de la estupidez y ceguera a que redujo a sus pueblos el Gobierno Español, en vista de las dificultades que ha tenido que vencer el partido liberal de las Cortes de Cádiz, y los debates peligrosos que ha sostenido para abolir cierta institución muy amada de los mamelucos, viéndose precisadas para aliviar a la humanidad a restablecer en el siglo 19 una ley del siglo 13 famoso por su obscuridad y barbarie. Pero este escritor se ha olvidado del sublime y profundo arbitrio del favorito Godoy para ilustrar a los españoles por medio de la reforma del teatro. La España estaba ya para agonizar, una nueva dinastía iba a apoderarse del trono de los Borbones, todo era desorden, todo infortunio, cuando aquel poderoso genio, superior a la adversidad, medito muy a sangre fría vivificar el cuerpo moribundo de la España con comedias y tragedias bien trabajadas y ejecutadas secunden arten. Tales eran los remedios que podíamos esperar de la ilustradísima España. Pero sus Gobiernos son mas prudentes; por eso, no teniendo mas esperanzas que el auxilio de la Inglaterra, han despreciado su mediación, y le han negado el comercio directo con las Américas. Si este no es el extremo de la ingratitud, después de los pasmosos sacrificios de la Gran Bretaña, si no es el extremo de la locura en medio de la impotencia en que se ven, yo no se que nombre darle.

¿Y que será reprobar la conducta de las Américas cuando no hacían mas que imitar la suya, estableciendo sus gobiernos provisorios: encender en ellas la guerra civil para acabar de agriar y enajenar el corazón de una provincia, y desperdiciar en ejércitos y gastos militares las cuantiosas sumas de dinero, que podían haberles remitido las otras? La agricultura, las minas, el comercio, se han arruinado en las provincias que aun están bajo su obediencia: los fondos públicos están agotados, y ya las remesas son imposibles. Sin duda estos desatinos son uno de los azotes con que la mano vengadora castiga a la culpable España.

(Se continuara).