La sorpresa y disgusto que tuvimos con la dispersión que padeció nuestro ejército, se ha disipado enteramente, y aun aseguro a V. que en el día nos hallamos en un estado duplo mejor que el anterior, tanto con respecto a nuestro ejército, cuanto por las actuales circunstancias que nos presentan casi por concluida nuestra historia. En orden a lo primero es constante que Díaz Vélez se halla en Potosí con dos mil hombres, el general en Macha con tres mil hombres de su satisfacción, que la gente que vino de Cochabamba al mando de Zelaya en numero de mil doscientos infantes y quinientos de la famosa caballería se ha incorporado ya a nuestro ejército, y en oficio que se ha recibió ayer del general dice: "mañana me entran mil hombres más de Cochabamba, y a Zelaya cuatrocientos del Valle del grande; aguardo las lanzas que me remite V. S. para moverme, conozco la cobardía del enemigo y estoy persuadido que sea cual fuere el punto por donde los ataque, hemos concluido". Nuestro ejercito estaba anteriormente necesitado de cabalgaduras. La caballería entró a la acción en mulas y así el tren como las municiones, fueron manejadas a fuerza de indios. En estos días se han mandado al ejercito de este solo pueblo trescientas y más mulas gordas y de estimación; también cien caballos enteros [todos] excelentes y de valor el que menos de cien pesos, han sido, ensillados completamente con pistolas y dispuestos para que monte el soldado; se han remitido trescientas lanzas y setenta caballos más, herrados. En fin, los auxilios de Cochabamba, Challanta y Chuquisaca han sido superabundantes. En orden a las favorables circunstancias se impondrá V. por la copia que incluyo del oficio del general, comunicando la revolución de Arequipa y toda la costa que es la noticia más plausible que se puede esperar.

En este día se ha hecho en ésta la elección de diputados y ha salido a pluralidad de votos el doctor don José Mariano Serrano y el doctor don Ángel Mariano Toro, quienes marcharán para ésa inmediatamente.