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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Mariano Egaña. Cartas a Juan Egaña. 1824-1829
67. París, 16 de Septiembre de 1827.

PARÍS, 16 DE SEPTIEMBRE DE 1827.

Amadísimo padre,

El 5 del corriente salí de Londres con destino a París donde me tiene Ud. hoy con las fatigas de viaje y mudanza a una casa que he tomado, y sin tener todavía aún un buen tintero. Sin embargo me apresuro a escribir para que Ud. no eche de menos carta mía en el presente mes. Estoy contento porque miro mi viaje a París como un preliminar de mi vuelta a Chile, o más bien diré como el principio de mi regreso. Para salir de Londres ha sido necesario hacer un esfuerzo extraordinario y romper por todo para desembarazarme de aquel sinnúmero de pequeñas diligencias que me ocurrían diariamente sobre todo con los accionistas del empréstito para quienes ya llegaba el fatal 30 de septiembre, día en que se les había de anunciar que quedaba también insoluto un tercer dividendo.

Seis días antes de salir de Londres, llegaron juntos dos paquetes. En el segundo recibí las cartas de Ud. de 9 de abril, 1º y 8 de mayo; y en el primero dos de Rosario. Por ésta me hallaba instruido con anticipación en el éxito de mi gran negocio con la circunstancia graciosa de que cuando Ud. vio a don Javier, y éste habló con Rosario, ella aún no había recibido mi carta de la misma fecha que la de Ud. en que la instruía del paso que se va a dar, y la contestación a sus cartas de septiembre y octubre últimas que acababa de recibir. Estoy satisfecho con el resultado por los mismos motivos que Ud. me apunta, y que siempre he tenido muy presentes, y no tengo el más ligero motivo para dudar del más tierno amor de Rosario. Habría sido indigno de mi modo de pensar remitir poder por vía de adquirir seguridad; y la menor desconfianza que yo hubiese tenido, lejos de haber sido motivo para dar este paso, lo habría sido para retirar el poder, si ya lo hubiese conferido. En su carta de septiembre me habla esta niña de quejas, desconfianzas, ingratitud, y sobre todo de su resolución de entrarse monja, paso que dice ha suspendido sólo hasta aguardar mi contestación. En tales circunstancias y no pudiendo irme en el momento, creí que debía darle cuanta seguridad pendiese de mi mano, en el supuesto de que por lo que a mí respecta es ya resolución firme, muy meditada e inalterable el que ella sea mi mujer. En fin, ahora no tengo tiempo; y yo escribiré a Ud. sobre esto más despacio.

He recibido con las cartas de Ud. la libranza de 37 libras de Brown que se cubrirá a su tiempo. La de Lugran contra Temple no se ha cubierto, porque en la misma carta libranza dice me dijo Temple que hasta que no llegase este aviso no podía aceptar la orden.

Admírese Ud. más. Reconvenidos los directores de la Compañía Chilena para que me contestasen por escrito si cubrían o no la letra de 200 libras que giró Cameron en mi favor, y que Ud. me encarga tanto que procure recoger, me han expuesto que no pueden cubrirlas, primero porque Cameron no tenía facultad para librar, 2° porque no aparecía que hubiese dicho Cameron recibido el dinero que libraba. Barclay desde el principio echó la carta a los directores de la Compañía que dijo venía dirigida a ellos; y aunque yo le hice presente mis grandes apuros y el favor que recibiría en que se cubriese, no hizo más que protestarme sus buenos oficios para con los Directores, previniéndome que sin embargo no entretuviese grandes esperanzas. El resultado de sus oficios está a la vista. Sírvale a Ud. esto de gobierno para conocer a los ingleses, y ver cómo les dispensa servicios.

Mucho, mucho he sentido la falta de formalidad de Urmeneta que ha dejado a Ud. sin el cajón con el surtido de anteojos, los tomos primeros del Chileno y demás cosas, y que las ha hecho perder porque en ninguna parte me dan razón de esta encomienda. Yo contaré a Ud. luego la historia de esta pérdida que sólo he venido a saber por las cartas de Ud. después de diez meses, y cuando creía que Ud. estaría muy contento con un surtimiento tan hermoso y trabajado con tanto esmero por los primeros ópticos de Europa. Estoy procurando reemplazar esta falta.

A Dios, mi amado padre. Mil cosas a mi madre, Chabelita, Dolores, Juan y Ríos.

Soy su

Mariano.

La Filosofía de la Naturaleza está encuadernándose. La llevará Alonso Toro (hijo de doña Mercedes Guzmán) que sale de aquí para ésa dentro de 15 días.