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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Mariano Egaņa. Cartas a Juan Egaņa. 1824-1829
52. Londres, 21 de Junio de 1826.

LONDRES, 21 DE JUNIO DE 1826.

Mi amadísimo padre,

Con fecha 4 de enero he recibido una cartita de Ud. a la que acompaña una libranza de 200 libras a mi favor, girada por Cameron, No puedo explicar a Ud. los sentimientos de ternura y gratitud que esta bondad de Ud. ha excitado en mi corazón, pero tantos motivos anticipados para amar que ya mi amor no es capaz de aumento. No haré uso de tal libranza, porque por ahora tengo dinero, y también porque sólo en caso de una extrema necesidad y no habiendo absolutamente otro recurso, permitiría que Ud. se viese en apuros. Con este motivo he dejado también aquí mi plata labrada para que sirva de auxilio en un extremo que no diviso muy remoto si el gobierno falta al pago de las libranzas que para pago de mis sueldos he girado contra él.

En efecto: mucho tiempo ha habrá Ud. recibido mi carta en que le aviso los motivos por que he suspendido mi viaje, y que por consiguiente debiendo permanecer aquí, debíamos obtener el sueldo del presente año, yo y el Secretario. Este sueldo por un año es el siguiente.

3.000 libras para mí.

400 para el secretario.

200 para gastos de secretaría cuando menos.

Total: 3.600

Yo debía haber librado contra el gobierno toda esta suma, y así había sido mi intención: pero como no encontré dinero sino al cambio de 42 peniques, lo que me pareció un gravamen para el gobierno, sólo libré dos mil aguardando mejor cambio y continuando en hacer diligencias para encontrarlo. Debe tenerse entendido que me he fijado en las cantidades menores considerando los apuros del erario. 3.000 libras no es mi sueldo completo, porque son mucho menos de 15 mil pesos, como que el valor de una libra esterlina son sólo cuatro pesos y seis reales. Del mismo modo 400 libras no son los 2.000 pesos del Secretario y menos los 3.000 que él justamente pretende conforme al nuevo reglamento de sueldos de enviados que hizo Pinto. Tampoco 200 libras son los gastos ni de partes de correos que sólo tengo avaluados en veinte libras al mes, y quedan sin contar los de papel, tinta, correos interiores, periódicos, gratificaciones, inserción de artículos en los diarios, cosas que remito al gobierno, etc. Este déficit en mis sueldos y en gastos de Secretaría pienso liquidarlo a lo último, haciéndome cargo de cerca de mil libras que tomé para estos gastos de los fondos del empréstito, y que en estos dos años se han consumido porque también sacaron de ellos los Hullet varios gastos del empréstito.

Sería para mí uno de los males más terribles, el que el gobierno no cubriese mi libranza al pretexto que había entregado a Ud. cuatro meses de mi sueldo y del de Barra para que se nos remitiesen; porque lo que el gobierno nos debe es un año, pues no hemos de llegar a ésa antes, y en octubre próximo siguiente debemos recibir ya el último o segundo semestre correspondiente a este año; y aun entregadas las sumas de la libranza que he girado, y de la cantidad entregada a Ud. para que se nos remita, siempre nos resta una suma que voy a librar en contra del gobierno para completar el pago del año actual.

En este último paquete que ha llegado aquí ahora diez días, no he recibido carta de Ud. No sé a qué atribuirlo; y por consiguiente ignoro para proceder aquí, qué medida ha tomado Ud. para remitirnos los cuatro meses que le habían sido entregados.

Remito en este paquete al gobierno las medidas de un sitial que me encargó. Hágame Ud. el favor de pasar donde el Ministro de Estado y explicarle que dichas medidas corresponden a los siguientes puntos del plano que debía servirme de instrucción Z-103-4-K-A-62-B-30-O-43-8-N.-15-81.-u.

Continuaré después.

La adjunta carta es de Gregorio Paredes para que Ud. la remita a Lima como la anterior.

Ya dije a Ud. que se me habían quedado aquí (por olvido del encargado del embarque) dos cajones de mi equipaje: a saber los Nº 37 y 38 que contienen un catre de bronce. Se han embarcado ahora en el Duque de Kent con destino a Valparaíso a la consignación de Ud. o a su orden, incluyo a Ud. el conocimiento para que los reciba, y disponga su conducción a casa lo mismo que lo demás que ha[n] ido antes. Va pagado aquí el flete y todo cargo. Este catre es para un obsequio, y probablemente dispondré de él luego y avisaré a U.

Dentro de la caja del coche ha ido un envoltorio grande de paja que contiene una mesita de costura. Si don Antonio Palazuelos y Astaburuaga ocurre por ella, hágame el favor de entregarla.

A Dios mi amadísimo padre. Soy su

Mariano.