A BORDO DE LA REAL SOBERANO EN 37 GRADOS LAT. S. A 28 DE MAYO DE 1824.
Mi amadísimo padre,
Voy siguiendo mi navegación de que llevo ya seis días; no hay novedad particular; pero los recuerdos de Ud. y de mi casa no me dejan un instante. Escríbame Ud. en todos los correos de Buenos Aires para que cuasi junto conmigo lleguen cartas de Ud. No más salir, mi padre. No hay sobre la tierra una cosa que compense la amargura de una ausencia de esta clase.
Mándeme en primera oportunidad la instrucción sobre el clavecito, porque me vuelvo luego.
A Dios mi padre muy amado. A mi madre que no me olvide y encomiéndeme mucho a Dios.
Soy su
Mariano.