Buenos Aires, 16 de Octubre de 1818.

El ejército combinado, al mando del General Wellington, parece haber triunfado en Navarra. A lo menos los papeles ingleses cantan la victoria. Con todo, yo no veo otra cosa que una prudente retirada a la vista de fuerzas superiores, y mientras terminan las negociaciones del Norte. Las gacetas, francesas dicen que las órdenes dadas a José, eran de una oportuna retirada. El armisticio estaba firmado; y Napoleón, en los días que habían corrido de él, se había puesto en un grado de superioridad admirable. Si Napoleón concluye felizmente sus tratados, los aliados en la Península tendrán que acordarse por mucho tiempo de 1o que debe sucederles.

Una expedición de más de catorce mil hombres que pasó de Alicante a Cataluña al mando del general Murray, y había puesto sitio a Tarragona tuvo que abandonarlo luego que se acercaron los franceses, y abandonando su artillería y municiones regresó apresuradamente a Alicante.

En la banda oriental[5] no hay novedad: los que vinieron de España, aunque hallaron al pueblo de Montevideo en consternación, no han hecho salida alguna. Ya se han pasado bastantes a nuestro campo, y aquí tenemos a cinco de ellos, que ponderan el descontento general de sus compañeros, y su disposición a desertar.

Por momentos esperamos noticias, y las más favorables, del Perú. Todo pronostica victorias. Nosotros hemos ya cantado el triunfo en nuestras tertulias cívicas. Los resultados han de ser de inmensa trascendencia.

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[5]	"Banda Oriental" del Río de la Plata (N. del E.). Volver