SESIÓN EXTRAORDINARIA DE 19 DE DICIEMBRE DE 1794
Agradecimiento a Alcalde que concluye sus funciones.- Cuestiones administrativas.
En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Chile en diez y nueve días del mes de diciembre de mil setecientos noventa y cuatro años. Los señores de este Ilustre Cabildo, Justicia y Regimiento de esta dicha ciudad, estando juntos en su sala de Ayuntamiento como lo han de costumbre, en Cabildo Extraordinario, a saber los que abajo firmaron:
Acordaron que en atención a cumplirse los dos años en que ha servido el Maestre de Campo don Ramón Rosales de Alcalde ordinario de Primero y Segundo Voto, en que a más de haber cumplido con todas las obligaciones de su ministerio muy a satisfacción de los tribunales ha manifestado el amor y celo que ha tenido a la patria y su vecindario, se le den las gracias como ha sido estilo con sus antecesores.
Igualmente teniendo presente que los oficios de Procurador General Asesor, Abogado y Mayordomo de Propios deben servirse sin sus respectivas donaciones durante la presente guerra por deducirse de aquéllas el donativo de mil pesos anuales, y cuya falta de premio sería capaz de distraer a los empleados del mejor desempeño y pronto despacho de los expedientes y demás cosas de su cargo: acordaron que a precaución de cualesquiera inconvenientes que pudiera producir la omisión en el despacho de los expedientes, cobranzas y lo más que pertenezca ejecutar a los referidos emple[a]dos, se forme y fije en la sala de este Ayuntamiento desde principios de año próximo de 95 una tabla o razón individual de todas las causas de ciudad que hayan pendientes, las que en adelante se promovieren, y todas las demás en que tienen presentada y prestasen su intervención los señores Procuradores Generales, para que teniéndolas así a la vista el Ayuntamiento en los dos días de acuerdo que deben celebrarse cada semana, y con la razón que en los propios días deberá dar el Procurador General del estado que tengan cada una de ellas y consulta que ha de hacer para las contestaciones de los traslados que se le corrieren, pueda el Cabildo hacer a dichos empleados los requerimientos necesarios, de modo que ninguna causa, expediente o contestación de los negocios pertenecientes padezcan los retardos que son de temerse en las circunstancias antedichas, si se dejasen al mero arbitrio del Procurador y careciese como hasta aquí el Ayuntamiento de la debida noticia y estado de los referidos negocios.
Y que así propio el Síndico haga constar a lo menos cada quince días el estado de las cobranzas que tuviere pendientes y juntamente estar satisfechos todos los salarios consignados en los ramos de su cargo, que con pretexto alguno sufran la menor demora los interesados, de suerte que con la seguridad de sus pagos en la forma y días establecidos sirvan con amor y eficacia sus destinos.
Y a efecto de que lo tenga cumplido este acuerdo se haga saber y entender todo su contenido a los sujetos que fueren elegidos el día acostumbrado del año siguiente y en igualdad de los demás venideros en el acto de su comparecencia a jurar y recibirse de su empleo.
Y así lo acordaron y firmaron dichos señores de que doy fe. Ramón Rosales.- Francisco de Paula Herrera.- José Miguel Prado.- Juan José de Santa Cruz.- Juan Domingo Tagle.- José Antonio González.- José Teodoro Sánchez.- Juan Bautista de las Cuevas.- Manuel de Salas.- Ignacio Valdés.- Francisco Díez de Arteaga.- Ante mí, don Andrés Manuel de Villarreal, Escribano Público, de Cabildo, Minería y Real.
Al margen: “Está confirmado por la Real Audiencia este Acuerdo, por providencia librada a primero de febrero de 1797, que en testimonio está archivado y mandado guardar, cumplir y ejecutar precisamente”.
