La Patria esta en peligro: he aquí el momento que necesitabais para desplegar vuestra energía, y acabar de romper el yugo opresor. Una gavilla de esclavos, auxiliados de nuestros enemigos domésticos, ha invadido a Concepción. ¿Sufriréis que duren en vuestro territorio? No. El fuego que brota de vuestro semblante es capaz de aterrar a esos mercenarios viles. Franqueáis vuestros bienes; os alistáis en el ejercito; tomáis cuantos recursos dicta el Patriotismo mas acendrado. Estáis bajo la salvaguardia de un Gobierno enérgico y decidido a sacrificarse con nosotros, o a escarmentar a nuestros enemigos de un modo digno del hombre chileno.
¿Quién resiste a los esfuerzos de un pueblo, que quiere ser libre?
Jefes militares: en vuestras manos pone la patria su honor y su suerte; corresponded a su confianza inmortalizando vuestro nombre.
Padres de familia: comunicad a vuestros domésticos el fuego patriótico.
Ciudadanos todos: haced conocer al mundo la recíproca e inalterable unión y confianza, que existe felizmente entre el Gobierno y el pueblo. Estrecho enlace de opinión y de fuerza nos coronará de gloria en salvando a toda la América Meridional, amenazada en nuestro territorio. - Joaquín Trucíos - José Ureta - J. Mariano Astaburuaga - Marcelino Cañas - Feliciano Letelier - Nicolás Matorras - Isidoro Errázuriz - José Maria Tocornal - Anselmo de la Cruz - José Maria Guzmán - Ignacio Valdés - Antonio José de Irisarri, Regidor secretario.