SESIÓN DE 1º DE AGOSTO DE 1797
Acuerdo anulado.

En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Chile en primero día del mes de agosto de mil setecientos noventa y siete años. Los señores de este Ilustre Cabildo. Concejo, Justicia y Regimiento, estando en su sala de Ayuntamiento en Cabildo Ordinario, como lo han de uso y costumbre, a saber los que abajo firmaron:

Instruidos de un oficio de la Venerable Priora del monasterio de la Gloriosa Santa Rosa, relativo a excitar el celo de este Magistrado para que de los fondos públicos se costee a la imagen de esta Santa una gala, por no tenerla para su novena y fiesta que como Patrona le celebra la ciudad, por no tenerla; acordaron que siendo de su primera atención dar el culto que corresponde a los Santos sus tutelares, y en especial a esta Santa Gloriosa, se forme un cálculo de todo el costo que pueda hacerse en dicha gala, que deberá ser de lama...

No pasó este acuerdo.- Villarreal.

 

SESIÓN DE 22 DE AGOSTO DE 1797
Sobre erección de hospicio o casa de misericordia.- Enseñanza de oficios a jóvenes.

En la Ciudad de Santiago de Chile en veinte y dos días del mes de agosto de mil setecientos noventa y siete años. Los señores de este Ilustre Cabildo, Concejo, Justicia y Regimiento estando juntos y congregados en su sala de Ayuntamiento como lo han de uso y costumbre, en Cabildo Ordinario, a saber los que abajo firmaron:

Dijeron que habiendo el señor Procurador General hecho presente el Decreto del Excelentísimo señor Presidente en que le comunica traslado de instancia del administrador de Temporalidades de ex jesuitas, promoviendo la aplicación del Colegio de San Pablo para Hospicio de mendigos; teniendo a la vista el expediente seguido sobre este particular y las posteriores providencias porque se habilitó la suprimida Casa de Recogidas; acordaron que dicho señor Procurador conteste adhiriendo con la mayor eficacia a la solicitud del administrador, y haciendo presente a Su Excelencia la importancia de este establecimiento y que con la posible anticipación lo mande realizar, dando al mismo tiempo cuenta Su Majestad, como se resolvió al de su erección, que consta de los mismos Autos. Que respecto de que la experiencia ha manifestado que las plantas de iguales casas en otras partes sobre el pie de fuerza, encierro violento y traje infamante sólo sirve para humillar y mortificar a unos prójimos a quienes debemos caridad y respeto, se tengan presentes las reglas adaptadas posteriormente en algunos lugares de España, especialmente en Victoria, a cuyo piadoso y racional reglamento se deben los buenos efectos que ha producido, extinguiendo la mendicidad y convirtiendo en vecinos útiles los que antes eran unos holgazanes viciosos. Como las limosnas no sean suficientes a sostener los verdaderamente dignos de ella, queda este Ayuntamiento a la mira de proporcionar algunos arbitrios que ayuden, y dará razón de ellos luego que los haya facilitado, y se acerque el deseado principio de tan santa obra, para el que ya ve empezar la preparación en la ocupación que el celo de Su Excelencia ha ministrado a las mujeres, facilitándoles materia[l] y comprador para sus hilados.

Por un medio semejante podría disminuirse el número de pordioseros y pobres fingidos mandando poner en aprendizaje los muchachos capaces de aprender oficio, sujetándolos bajo ciertas condiciones a Maestros que hoy no quieren admitirlos por la facilidad y libertad con que abandonan los oficios en que recibieron las primeras imperfectas lecciones, para entregarse a la ociosidad, o por salir a ganar un corto jornal, lo que les hace no perfeccionarse en alguna profesión, y abandonarla.

Cercenadas estas dos clases de pobres, los que restan son muy pocos, y aunque las limosnas sean cortas podrán mantenerse, algunos del todo, como los ancianos, achacosos o inactivos absolutamente por cualquier caso, o en parte si son capaces de ayudar a su sustento, algunos de ellos en sus casas, y otros en un laboratorio o servicio público, para los que dicha casa de San Pablo es a propósito.

Como el Cabildo ve el anhelo de Su Excelencia por hacer bien a los infelices, no lo resigna en sus manos y protesta contribuir con todas sus fuerzas al cumplimiento de sus Intenciones piadosas. Instruyendo que en su tiempo se añadiese esta obra benéfica a las que ya tenía esta Ciudad.

Y así acordaron y firmaron dichos señores de que doy fe.- Doctor Rozas.- Ugarte.- Errázuriz.- Salinas.- Morán.- Salas.- Cuevas.- Valdés.- Rodríguez.- Ante mí, Villarreal.