SESIÓN DE 23 DE MAYO DE 1797
Nombramiento de Juez de Abastos.- Cancelación del importe de plato de plata extraviado.- Construcción de silla para recepción del nuevo Gobernador.
En la Muy Noble y Leal Ciudad de Santiago en veinte y tres días del mes de mayo de mil setecientos noventa y siete años. Los señores de este Ilustre Cabildo, Concejo, Justicia y Regimiento de esta Capital, estando juntos y congrega dos en su sala de Ayuntamiento como lo han de uso y costumbre, a saber los que abajo firmaron:
Y dijeron que por cuanto se hace indispensable nombrar uno de dichos señores para el juzgado de los abastos públicos que se devenden [sic] en esta Plaza Mayor, con el motivo de haber cesado la misma comisión [dada] al señor don Francisco Gutiérrez de Espejo, Regidor perpetuo, en circunstancias de estar cumplido su término; de unánime consentimiento eligieron en su lugar a don Francisco de Paula Arteaga y Arlegui, para que por el término de dos meses esté a la mira del arreglo de dicha plaza y de sus abastos, en alivio y obsequio del común arreglo del establecimiento prefijado en el particular.
Cerciorados dichos señores que el Camarico habérsele hecho al Excelentísimo Señor Marqués Presidente, Gobernador y Capitán General actual de este reino, en la aldea de Casablanca por el Subdelegado de Quillota, al tiempo y cuando pasó por aquel lugar para esta capital desde el Puerto de Valparaíso a recibirse de los cargos insinuados, se perdió un plato de plata de dominio y uso del Cura de dicha aldea, a quien se le había pedido prestado para el servicio de la Misa a causa de no haber ocurrido el citado Subdelegado, a quien para los gastos precisos habían librado 150 pesos de propios de ciudad, los que devolvió por este motivo, y falta del cumplimiento de su obligación; dijeron que no siendo justo que el dueño de la pieza la pierda por sólo haberla franqueado con generosidad, debiendo entrar en las erogaciones que se conceptúan precisas, comunes y ordinarios para iguales casos cualesquiera pérdida que se experimente por algún raro acaso como el presente, debían mandar y mandaron que de los expresados 150 pesos satisfaga el señor Síndico Procurador Doctor don Francisco Javier Larraín, Regidor perpetuo de este Ilustre Cabildo, el valor de dicho plato, el que se le abonará en la cuenta que hubiese de dar del dinero que ha entrado en su poder, y que a este fin se despache a favor del interesado el correspondiente libramiento para su res guardo.
Habiéndose visto en este día el expediente promovido por el sitialero de esta Real Audiencia sobre la construcción de otra silla que debe haber en la Sala de Recibimiento del Excelentísimo señor Presidente, igual a la que existe en lo presente, para los casos de concurrencia del Ilustrísimo señor Obispo, en que se hace indispensable solicitar otra de las del Tribunal provisionalmente, siendo esto poco decoroso a la autoridad del alto empleo de dicho Excelentísimo señor y sus sucesores; resolvieron, presente el señor Procurador General, se costease dicha silla del caudal de Propios o de aquel que estimase conveniente dicho Tribunal, donde podrá ocurrir el prenotado señor Procurador para su aprobación como gasto extraordinario, dándosele para ello por el presente Escribano testimonio de este Acuerdo.
Así lo proveyeron, mandaron y firmaron dichos señores de que doy fe. Rozas.- Ugarte.- Errázuriz.- Pedro José Prado y Jaraquemada.- José Antonio González.- Juan Bautista de las Cuevas.- Manuel de Salas.- José Ignacio Morón.- Doctor José Joaquín Rodríguez Zorrilla.- José Ramírez.- Ignacio Valdés.- Francisco Díez de Arteaga.- Ante mí, don Andrés Manuel de Villarreal, Escribano Público, de Cabildo y Real.
