A bordo de la corbeta Valparaíso, al ancla en la isla de San Lorenzo, 22 de diciembre de 1836.
Su Señoría al Almirante don Manuel Blanco Encalada, Comandante en Jefe de las fuerzas navales de Chile, y Su Señoría el General de División de los ejércitos Perú-bolivianos, Ramón Herrera, Gran Dignatario de la Legión de Honor de Bolivia y de la del Perú, Gobernador de la provincia litoral de esta ciudad y puerto, Comandante General de Marina.
Han convenido en los artículos siguientes:
Artículo 1º. El Almirante de la Escuadra de Chile se obliga a no apresar ni embarazar el paso a ningún buque mercante peruano hasta pasados quince días que deberán contarse desde la fecha de este convenio, y a poner en libertad a todos los que los demás buques de guerra de la República hayan detenido hasta ahora con todas las propiedades existentes a su bordo en la época de la detención, comprendiendo esta medida a todos los que se hubiesen tomado pertenecientes a los demás Estados de la Confederación Perú-Boliviana; pero si antes de concluirse el término de los quince días, el Almirante recibe órdenes de su gobierno para establecer el bloqueo contra este puerto, todo buque peruano mercante que se presente, se dirigirá a cualquier otro punto del Perú o a donde guste con las mismas seguridades hasta su arribo.
Artículo 2º. El Gobernador de la provincia litoral del callao, se obliga, a nombre de su gobierno, a levantar el embargo impuesto a los buques mercantes chilenos, con todas las propiedades que tenían a su bordo en la época de dicho embargo, comprendiendo esta medida a todos los que se hallen embargados en los demás Estados de la Confederación, sin que se estorbe la salida a los detenidos hasta ahora por ningún incidente que pueda ocurrir durante el término señalado en el artículo anterior.
Artículo 3º. Se compromete así mismo el Gobernador de la provincia litoral del Callao, a que en el mismo término los buques de guerra peruanos no detengan ni apresen ningún buque chileno.
A bordo de la corbeta de guerra Valparaíso, al ancla en la isla de San Lorenzo, a veinte y dos de diciembre de mil ochocientos treinta y seis.
Manuel Blanco Encalada.- Ramón Herrera.
