SESIÓN DE 11 DE FEBRERO DE 1803.
Construcción de cloacas y baños públicos.
En la Muy Noble y Leal ciudad de Santiago de Chile en once días del mes de febrero de mil ochocientos tres. Los señores de este Ilustre Cabildo, Concejo, Justicia y Regimiento, estando juntos y congregados en su Sala de Ayuntamiento como lo han de uso y costumbre, en Cabildo Ordinario, a saber los que abajo firmaron:
Dijeron que el señor Regidor don Nicolás Matorras representó la necesidad que había de remediar el desaseo provenido de la libertad con que muchas personas hacen unas diligencias que aunque naturales y forzosas reserva el pudor y decencia para lugares ocultos, precisándolas a esto la falta de proporciones que franquean en otros pueblos la figura de las casas ya que convida aquí la soledad de algunas calles donde no hay vivientes que estorben este abuso tan indecente como incómodo a los que pasan por ellas o habitan en las inmediaciones; lo que a más es perjudicial a la salud, indecoroso a la ciudad y que fomenta la impudencia tan contraria a las buenas costumbres, objetos todos de la atención de este Magistrado: propuso al mismo tiempo que para evitar este inconveniente se construyesen sobre las acequias que cortan las calles, donde se nota más tal inmundicia, unos lugares comunes que sin embarazar el tránsito, ni poder servir a ocultar excesos, excusen la necesidad de infestar el suelo y el aire. Expuso que para hacer sensible la comodidad y la posibilidad de la ejecución de este pensamiento había ya mandado hacer uno de estos desahogos en la casa que actualmente se fabrica para el Consulado y está a su dirección, lo que había merecido la aprobación del Muy Ilustre Señor Presidente que se dignó ver los de otros individuos del Cabildo y del señor Procurador General. Para resolver sobre esto acordaron que el Alarife calcule el costo que tendrá cada uno de ellos y cuantos serán los más urgentes, exponiendo al mismo tiempo lo que le ocurra para mejorar el proyecto y extender su comodidad, haciéndolo todo a consecuencia de testimonio de este Acuerdo que servirá de cabeza del expediente, cuya pronta provisión se encarga particularmente al señor Procurador General.
Igualmente teniendo a la vista la necesidad que hay de proporcionar baños públicos que faciliten la limpieza y precavan los males que son consiguientes a la sequedad y ardor del clima, que esto puede conseguirse del modo que en otros países, en donde con menos facilidad y precisión se han mirado como artículos de policía y aun de religión, considerando la oportunidad que se ofrece de establecer este bien común con la ocasión de estar ya la fábrica de tajamares próxima al puente nuevo y sirio llamado el Basural, que por su ubicación es el más adecuado para este interesante objeto, cuyos costos puede minorar aquella obra con sus escombros o fragmentos de la antigua y la asistencia de los que entienden en ella; resolvieron que desde luego, a fin de realizar esta importante obra y acercar el término de los deseos de las gentes, que logren así un beneficio que apenas los pudientes disfrutan con afán y costo y de que carecen los pobres, a menos de exponerse a la intemperie en aguas heladas o sucias, arriesgándose a las corrientes que muchas veces contaminan con sus dolencias, que de ese modo se comunican a los demás. Que para ocurrir a este gasto se reserven desde ahora los capitales que se hallen en cajas y los que en lo sucesivo se rediman, los que empleados en dicha obra producirán seguramente más que hasta aquí, sin el riesgo de confundirse o perderse como algunos que por su pequeñez o la decadencia de los censatarios están olvidados, o sólo han servido a arruinar a los que los recibieron.
Igualmente acordaron que el producto de dichos baños, que se subastarán después de conocido por una prolija administración temporal, se destine a la conservación de los mismos tajamares o diques y del paseo que cerca de ellos se ha formado para que no corran la misma suerte de los otros, que por falta de igual precaución se ha arruinado, con lo que se conseguirá que el pueblo tenga estas comodidades, y que no decaigan sus fondos.
Que para proceder con la probación de la superioridad la solicite el señor Procurador General con testimonio de este Acuerdo, que firmaron dichos señores de que doy fe. Joaquín Aguirre.- José María de Ugarte.- Marcelino Cañas Aldunate.- Juan José de Santa Cruz.- Manuel de Salas.- Doctor Francisco Javier de Larraín.- Doctor José Joaquín Rodríguez Zorrilla.- Nicolás Matorras.- Carlos José Correa de Saa.- Doctor Pedro José González Álamos.- Ante mí, don Andrés Manuel de Villarreal, Escribano Público, de Cabildo y Real.
