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La Aurora de Chile
Número 7. Jueves, 25 de Febrero de 1813. Tomo II.
Proclama del General Vigodet al Pueblo de Montevideo después del descalabro que padeció en su salida. Sobre tema indicado en el título.

Amados hijos: me veis todavía cubierto del polvo del combate. No me lo sacudiré hasta no aniquilar a la canalla capaz sólo de intimidar a hombres sin amor a Rey y a su religión. Yo creí ayer daros un día de júbilo presentandoos las cabezas de los jefes de los insurgentes; y aunque estos se presentaron como en número de ochocientos, hubieran no obstante caído todos en mis manos si el valor de mis soldados hubiera sido igual a sus promesas. Yo había siempre oído decir que los gallegos eran cobardes, y que enfermaban al entrar en combate; mas nunca creí que hubiera español alguno tan poco amante de su Rey, que con su cobardía lo hiciese el ludibrio de sus enemigos; pero nuestro pasado desastre no me deja motivo de dudar. Cuando los Tupamaros solo pensaban en huir, la imagen de la muerte andaba ya difundiendo el terror por entre las filas de mis soldados. Unos pedían confesión, otros decían que estaban en pecado mortal, y que no podían pelear; y era tal el pavor que los había ocupado, que uno de ellos vino a confesarse conmigo, creyendo ser yo el Guardián de San Francisco. De este modo la victoria se pasó a los insurgentes. Os lo anuncio con toda la amargura de mi corazón; así como os aseguro con toda la firmeza de mi carácter que no descansaré hasta que no haya reducido a pavesas a ese insultante pueblo de Buenos Aires. Yo haré alistar en mis batallones no a Gallegos, sino a los valerosos Jaonas y demás españoles, exceptuando también a los fundidos emigrados, quienes no pudiendo caber por sus vicios aún entre los malvados, se han venido a nosotros afectando adhesión a la causa del Rey.    

Españoles: la guerra en que nos hallamos empeñados es justa, y más santa que la bula de la Santa Cruzada. Acompañadme otra vez al campo del honor; no volváis a huir; y de este modo el valor de vuestros jefes os asegura la victoria.