SESIÓN DE 30 DE ENERO DE 1810.
Acuerdo para que el comisionado por el Cabildo para la recaudación de propios se entienda que debe ser el Regidor Francisco Antonio Pérez.

En la muy noble y muy leal ciudad de Santiago de Chile, en treinta días del mes de enero de este año de mil ochocientos diez, los señores del Ilustre Cabildo, Concejo, Justicia y Regimiento juntos y congregados, como lo han de uso y costumbre en su sala capitular, en día de acuerdo ordinario, a saber, los que abajo firmarán, dijeron: que, en atención a que desde el día ocho de enero se había hecho la elección de comisionado por el Cabildo en el señor Regidor don Francisco Antonio Pérez, para que éste continuase con la recaudación de los propios que estaba y había estado a cargo del señor Regidor Doctor don Joaquín Rodríguez, y a que el electo o nuevamente nombrado no estaba en uso y ejercicio de aquella comisión y se continuaba en ella [por] dicho doctor Rodríguez, porque el Muy Ilustre señor Presidente cuando confirmó la [sic] acta de elecciones de oficios concejiles de este año ordenó no se innovase en cuanto al comisionado para la recaudación de propios; y que, sin embargo que en el primer acuerdo del día nueve del presente, manifestaron dichos señores por oficio de la misma fecha a aquella Superioridad, que el Cuerpo había resumido en sí el sindicato desde el año de ochocientos siete; que el nombramiento de comisionado o Sota-síndico no exigía confirmación del Superior Gobierno, que podía variarse al arbitrio del Cabildo, como Síndico de quien dependía; y que el haberse pasado entre las otras elecciones ésta, fue por haberse acordado a un tiempo; pidiendo, en virtud de todo, se permitiese y dejase al nuevo comisionado el libre ejercicio de su comisión y se ordenase al otro no se mezclase más en este asunto y se suspendiese y reformase el decreto librado con la calidad de no innovar; no habiendo hasta hoy tenido contestación alguna ni dictádose providencia en el particular, siendo un negocio tan urgente, delicado y de responsabilidad, dijeron que debían acordar y acordaban de nuevo la variación de dicho comisionado Doctor Rodríguez y subrogación en su lugar de don Francisco Pérez, y que ínterin pedían los recursos hechos sobre esto, parecía no ser regular que contra la voluntad del comitente Síndico y legítimo señor de estos propios, que lo es este Cabildo, estuviese continuando, ya sin personería legítima, el dicho don Joaquín Rodríguez en aquella administración; y que, en esta virtud, para evitar nulidades, asegurar resultas y libertarse de responsabilidades, se pase un testimonio al Muy Ilustre señor Presidente por el señor Procurador General de ciudad, suplicando la suspensión de la calidad de no innovar, y que corra el nombramiento y elección hecha por el Cabildo, y que facilite se haga saber a los subastadores del ramo de propios suspendan todo pago, advirtiendo que el Cabildo no responde [por] resulta alguna en razón de sus propios, desde el día nueve de enero de este año: lo que igualmente deberá noticiar al Superior Tribunal de la Real Audiencia como intendente, según el contexto literal de lo proveído por dicho Superior Tribunal en diez de marzo de mil ochocientos seis, parecía que siempre debía quedarle como un aumento anexo a su empleo, principalmente siendo constante que en diez años que lo ha servido ha sido tan notorio su desinterés que [en] muy pocas ocasiones ha exigido al público los derechos de arancel que podía y debía, según el literal contexto del capitulo de ordenanzas citado, y siendo mucho más gravoso, no sólo a este vecindario, sino a todo el reino, la contribución de aquellos derechos que el pago de seiscientos pesos, debiendo este Cuerpo ocurrir en defender los gravámenes públicos, y más respecto de los litigantes que con pase [sic] el ramo más digno de consideración, acordaron se ocurriese al Superior Tribunal de la Real Audiencia, de donde dimana aquel aumento de sueldo.- Errose.- Díaz.