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Aņo 1813
Mayo de 1813

SESIÓN DE 4 DE MAYO DE 1813.
Propuestas para el empleo de inspectores de policía.

Estando el Ilustre Cabildo y Tribunales en la sala de acuerdos, acordaron se pasasen a la Excelentísima Junta las propuestas de los sujetos en quienes podía recaer el empleo de inspectores de policía en los suburbios de la ciudad, considerando la urgencia del establecimiento de tan importante asunto: lo que se verificó acompañándolas con oficio. Y no habiendo qué tratar, se cerró esta acta, firmándola los señores,  en su sala capitular, a 4 de mayo de 1813. Joaquín de Trucíos.- José María de Rozas.- Isidoro de Errázuriz.- Miguel de Ovalle.- Ignacio Valdés.- Anselmo de la Cruz.- Antonio José de Irisarri.- Timoteo de Bustamante, Regidor secretario.

 

SESIÓN DE 5 DE MAYO DE 1813.
Delación de una revolución.

Habiendo en la mañana de este día juntádose en su sala capitular extraordinariamente el Muy Ilustre Cabildo y Tribunales con el objeto de evacuar los muchos y graves asuntos que ocurren en las presentes circunstancias y de arbitrar los medios más oportunos para asegurar la tranquilidad del pueblo en un tiempo en que por todas partes se considera en peligro la patria, y aún todo el reino, no sólo por los piratas invasores a la ciudad de Concepción, sino también por los enemigos interiores de nuestra causa, después de haberse leído y firmado la [sic] acta anterior, se presentó a este Ilustre Cuerpo don José Matías Díaz de Alderete y le denunció que, entre las diez y once de la noche del día, anterior, yendo por la calle de la Compañía y hacía el frente de la Aduana caminaban dos hombres, que por el eco de su voz presumió eran europeos españoles, y oyó clara y distintamente y sin la menor equivocación que el uno le dijo al otro las siguientes palabras: “Que con las armas que tenían podrían asaltar los cuarteles y hacerse fuertes, que ya veía que el pueblo se hallaba sin fuerzas y sin armas, y que lo que convenía era tratar de unirse”. Que el delator, sorprendido al oír esta trama que podía combinarse y realizarse, aprovechándose de la presente revolución los enemigos interiores de nuestro sistema, no advirtió el seguirlos y descubrirles su paradero, sino sólo en ver si de casualidad se presentaba alguna ronda cívica que los aprehendiese. El Ilustre Cuerpo y Tribunales, confirmando con estos datos más y más el inminente peligro y riesgo en que se veía la patria, acordó que inmediatamente fuese una diputación al Excelentísimo Gobierno, siendo nombrados los señores regidores don Isidoro Errázuriz y el doctor don Timoteo de Bustamante, que pusiesen en consideración de Su Excelencia y de boca del mismo denunciante este acontecimiento para que sin pérdida de tiempo diese las providencias que exigía el caso: quienes lo verificaron representando al Excelentísimo Gobierno el riesgo que amenazaba al pueblo, y de cuya comisión dieron cuenta al Ayuntamiento, que Su Excelencia quedaba encargado de tomar las más activas providencias sobre seguridad pública. Con lo que se cerró el acuerdo, firmándolo los señores que a él asistieron, en su sala capitular, a 5 de mayo de 1813. Joaquín de Trucíos.- Jorge Godoy.- Isidoro de Errázuriz.- Pedro Nolasco Valdés.- Doctor José Ureta.- Marcelino Cañas.- José María de Rozas.- José Antonio de Rojas.- Anselmo de la Cruz.- Timoteo de Bustamante, Regidor secretario.

 

SESIÓN DE 10 DE MAYO DE 1813.
Gastos de policía.

Estando los señores del Muy Ilustre Cabildo en su sala capitular en acuerdo ordinario, se vio una representación del Procurador don José Gregorio Calderón por el subastador de la plaza de abastos don José Matías Díaz de Alderete, en que pretende que los costos y gastos que se impendiesen en la refacción y compostura de los dos puentes inmediatos al convento del Carmen de San Rafael, que se le había comisionado por providencia de cinco del que rige, debía serle abonable y de descargo en sus cuentas; y que no pudiendo poner en ejecución esta obra, ni atenderla por su edad y enfermedad, se nombrase a otra persona que lo verificase; y en esta virtud acordaron los señores se decretase lo siguiente: “Declárase que el costo que se impenda en la refacción de los puentes de la Cañadilla, le será abonable al subastador en sus cuentas, documentada la partida con recibo de don Roque Jacinto Huicí, a quien se comisionan dichas refacciones”. Con lo que se concluyó el acuerdo, firmándolo los señores en su sala capitular, a 10 de mayo de 1813.- Joaquín de Trucíos.- Jorge Godoy.- Doctor José Ureta.- Pedro Nolasco Valdés.- Marcelino Cañas.- José Antonio de Rojas.- José María de Rozas.- Anselmo de la Cruz.- Timoteo de Bustamante, Regidor secretario.

 

SESIÓN DE 21 DE MAYO DE 1813.
Citación a los inspectores de policía nombrados.- Cobranza de don José Miguel Munita, preceptor de latinidad.- Auxilio a los ministros de la Corte de Apelaciones.- Expediente del subastador de la dehesa.

En la ciudad de Santiago de Chile, a veinte y uno de mayo de mil ochocientos trece, estando los señores del Muy Ilustre Ayuntamiento juntos en su sala capitular, como lo tienen de costumbre, y considerando que estando ya propuestos y confirmados por la Excelentísima Junta los sujetos que debían obtener los empleos de inspectores de policía de los suburbios, debía citárseles para su recepción, acordaron se les circulase carta oficio de convite para que en el siguiente Cabildo concurriesen a tomar posesión de dichos empleos; lo que se ejecutó en el mismo día.

En seguida se leyó una representación del preceptor de latinidad don José Miguel Munita, en que el Excelentísimo Gobierno pedía informe al Ayuntamiento sobre la pretensión que hacía de que se le mandasen pagar los sueldos que hasta entonces se les debían, con respecto a que el Cabildo de los propios de ciudad tenía asignada al Colegio Carolino la cantidad de que debía hacerse esta erogación; y acordaron que para evacuar el informe pedido se oyese primero al Procurador General.

En continuación de sus resoluciones, se vio un oficio del Excelentísimo Gobierno en que transcribía la providencia que había decretado sobre la representación del Tribunal de Apelaciones para que se les auxiliase a cada uno con un alguacil para custodiar sus personas y para el mejor desempeño en la administración de justicia, que es del tenor siguiente: “El Ilustre Cabildo pasará un ministro para que sirva al juez que en el Tribunal de Apelaciones lo sea de provincia”. Y el Ayuntamiento en su cumplimiento acordó así se ejecutase y se archivase dicho oficio.

Y, últimamente, se vio una representación del subastador de la dehesa en el expediente que agita contra el Regidor don Antonio Hermida sobre la falta de cumplimiento a la contrata del arrendamiento, a la que proveyó lo siguiente: “No habiendo cumplido el Regidor don Antonio Hermida con el decreto de 26 de marzo, hágasele saber lo verifique dentro de tercero día, con apercibimiento de lanzamiento a su costa”. Con lo que, no habiendo habido otra cosa que acordar y tratar, se concluyó el acuerdo, firmándolo en su sala capitular, a 21 de mayo de 1813. Jorge Godoy.- José Antonio de Rojas.- José María de Rozas.- Miguel de Ovalle.- Isidoro de Errázuriz.- Timoteo de Bustamante, Regidor secretario.

 

SESIÓN DE 25 DE MAYO DE 1813.
Recepción de los prefectos e inspectores de policía.- Sobre rebaja de contribución pedida por don Lucas Arriarán.- Merced de aguas.- Sobre cobranza de sueldos de don J. M. Munita.

En la ciudad de Santiago de Chile, a veinte y cinco de mayo de mil ochocientos trece, estando los señores del Muy Ilustre Ayuntamiento juntos en su sala capitular, y los prefectos e inspectores de policía de los suburbios, se procedió a su recepción, recibiéndoseles por el escribano del Cuerpo el juramento de estilo con todas las formalidades acostumbradas, a excepción de don Pedro Vera, don Pedro Palacios, don Manuel Martínez, don Antonio Baraínca, don Juan Maseira y don Gabino Ureta, por no haber comparecido a este acto, habiéndoseles dado el reglamento para que, instruidos de sus deberes, los funcionasen con el mayor celo y eficacia en el buen orden y tranquilidad del pueblo; con lo que se retiraron, que dándose el Muy Ilustre Ayuntamiento para continuar sus acuerdos.

Y en este acto se recibió un oficio del Excelentísimo Gobierno con una representación de don Lucas Arriarán para que le informase sobre la pretensión de que se le eximiese del empréstito de cuatro mil pesos, en virtud de sus servicios patrióticos y de la propuesta de contribuir con cien pesos mensuales durante la guerra; y discutiendo la materia con antecedentes que sobre este mismo particular habían ocurrido por otros de igual solicitud, acordó se le transcribiese al Excelentísimo Gobierno la providencia que expidió sobre el particular, siendo del tenor siguiente: “Contéstese al Ilustre Cabildo que este Gobierno no ha admitido recurso alguno sobre rebajas ni esperas, que no permiten sus circunstancias, y que, así, provea la adjunta solicitud y cualesquiera que ocurra de esta clase”. Lo que se verificó con el correspondiente oficio.

Después se vio el expediente de don Joaquín Díaz de Alderete sobre solicitud de una merced de aguas, y para su resolución proveyó: “Informe el Juez de Aguas”.

Y, últimamente, habiéndose visto los informes del Procurador General de ciudad en los expedientes de don José Miguel Munita, preceptor de latinidad, sobre el abono de sus sueldos, y el de la organización y nuevo establecimiento del Colegio de San Carlos, que ambos reprodujo el Ayuntamiento en todas sus partes, determinó se pasasen al Excelentísimo Gobierno. Con lo que, no habiendo qué acordar y resolver, concluyó su acuerdo, firmándolo en su sala capitular, a 25 de mayo de 1813. Jorge Godoy.- José María de Rozas.- José Antonio de Rojas.- Isidoro de Errázuriz.- Miguel de Ovalle.- Timoteo de Bustamante, Regidor secretario.