26 de abril de 1813^[1].

Al mismo tiempo que meditaba hacer saber a v. s. que el objeto de mi comisión a este reino, sujeto a las órdenes del excelentísimo señor Virrey del Perú, únicamente se dirige a restituir a sus habitantes al verdadero conocimiento de sus deberes para con el Rey, y las autoridades que en su real nombre gobiernan a la nación por todos los medios de conciliación posibles, se me ha hecho presente el Sargento Mayor de Caballería don Estanislao Varela pidiéndome permiso para pasar a ese Cuartel General de las tropas de su mando con el designio de hablar a v. s. y tratar una composición, que evite los estragos de la guerra.

La fuerza de las armas de que dispongo no es de la clase despreciable que han dado a entender los sujetos fugados a esa provincia que tienen en su conducta para ver con indiferencia la ruina y desolación de sus compatriotas.

Está en consecuencia de las medidas que están acordadas, será ahora o luego inevitable, si antes no se convienen al partido de la razón que les importa, y es el fundamento porque yo he accedido a la propuesta del expresado Varela quien, a mi parecer, va bien penetrado a mis sanas intenciones, conformes a un todo a las del Supremo Consejo de Regencia.

No es mi ánimo humillar a individuo alguno del reino, ni entrar en averiguaciones sobre su anterior conducta. Conservaré a todos en nombre de la misma Regencia en los empleos, distinciones y preeminencias de que actualmente disfrutan, y contribuiré además de la condecoración de aquellos que cooperen al lleno de las pacíficas intenciones de que estoy encargado.

v. s. aprovechándose de esta oportunidad, de que entiendo hará un buen uso el expresado Varela, se pondrá en el caso de adquirir una gloria, que por ningún otro partido que obrase podrá conseguir de modo que a un mismo tiempo se haga recomendable así al Gobierno Superior de la nación como a la provincia en que por su representación disfruta de tan decidido influjo.

Si convencido de esta verdad que sabré hacer demostrable en todas las ocurrencias que se presenten conviniese v. s. con mis ideas, se servirá de manifestarme luego su conformidad con ellas, destinando en clase de parlamentario al sujeto que merezca su confianza por las estipulaciones que se acuerden y cumpliré muy escrupulosamente, como ninguna de ellas se oponga a los sagrados derechos del Rey ni al bien general de la nación, que tan heroicamente los sostiene. Dios guarde a v. s. muchos años. Linares, abril 26 de 1813.

Antonio de Pareja.

Señor Don José Miguel Carrera.

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Notas

[1]	Martínez anuncia este texto, pero no lo inserta. Feliú lo hace copiándolo del Archivo del convento franciscano de Chillán (Vol. 13, 1812-1814, Asuntos Varios). (N. del E). Volver.