ACTAS DEL CABILDO DE SANTIAGO PERIODICOS EN TEXTO COMPLETO COLECCIONES DOCUMENTALES EN TEXTO COMPLETO INDICES DE ARCHIVOS COLECCIONES DOCUMENTALES

La Aurora de Chile
Número 46. Jueves 24 de Diciembre de 1812. Tomo I.
Parecer del Senado en orden a la erección de un cuerpo de ingenieros. Relativo al tema indicado en el título.

Excelentísimo Señor:

En coyuntura en que todo universo está sobre las armas, y todas las regiones de América van siendo sucesivamente campos de combate, es evidente la necesidad de que se formen entre nosotros oficiales que posean la ciencia de fortificar, atacar y defender los puntos de importancia, uniendo a las ventajas que por todas partes nos ofrece la naturaleza, los recursos del arte. Se espera que su formación sea uno de los frutos del Instituto Nacional, o del nuevo Colegio, entrando en el plan de su organización el que este interesante estudio se siga al de geometría práctica y trigonometría. El Director de la Academia remite hasta este término la ejecución del plan propuesto por el Subteniente don Francisco Laforest, para la erección de un Cuerpo de Ingenieros. Pero el Procurador General de ciudad advierte que este término es muy largo, y que el tiempo urge con la necesidad y el peligro. Él opina que el mejor partido que se ofrece es ordenar que los más adelantados en las matemáticas, estudien en la Academia ciertos tratados de fortificación y Artillería. Este plan incluye dos defectos; el primero es unir las dos facultades, la del ingeniero y la del artillero, siendo ambas en el día tan vastas, que cada una pide la vida de un hombre para poseerlas con perfección; el 2º, es que no abraza el arte de acampar los ejércitos, cosa tan indispensable en el arte la guerra. En fin, en cualquiera plan que se adopte para lograr este gran designio, se ofrece una dificultad que sólo puede superar el poder, la sagacidad, y el patriotismo de V.E. Esta dificultad consiste en hallar maestros que enseñen de viva voz la ciencia de fortificación y todo cuanto debe saber un ingeniero. Las divinas ciencias matemáticas son de infinita trascendencia, comprenden muchos y diversos ramos, y entre ellos no hay uno solo que se pueda aprender de un modo útil y capaz de reducirse ventajosamente a la práctica, sin la voz viva de un maestro. Uno de estos ramos es la ciencia del ingeniero. En su estudio se advierte lo que es común a los otros ramos, la inmensa distancia existente entre la teórica y la práctica, la dificultad de formarse la idea de la figura de los cuerpos por el aspecto de las figuras de las laminas, y estas dificultades se hacen más palpables en la fortificación, castramentación, tránsitos de ríos etc., habiéndose de trabajar y dar disposiciones a las veces bajo los fuegos enemigos, en las mayores angustias de una retirada, y otros casos difíciles.

En vista de todo lo expuesto, opina el Senado que el primer paso que hay que dar en este importantísimo negocio es buscar un maestro que explique esta parte de la ciencia matemática a los jóvenes que ya posean la geometría elementar y práctica; el segundo, que se publique y circule de parte de V.E. una propuesta de premios de primero y segundo lugar para los jóvenes que al cabo de cierto tiempo obtengan, o la preferencia, o el accecit en los exámenes públicos, asegurándoles igualmente emplearlos y acomodarlos con distinción. El honor y la utilidad son los estímulos de los buenos estudios, y sin la esperanza del premio caen los libros de las manos, principalmente en las ciencias difíciles, secas y penosas. Tales son las matemáticas.

Dios guarde a V. E. muchos años. Sala del Senado y Diciembre 17 de 1812.

Doctor Pedro Vivar.- Camilo Henríquez.- Francisco Ruiz Tagle.-
Manuel Antonio Araos.- Joaquín Echeverría.

Excelentísima Junta Gubernativa del Reino.