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Diarios, Memorias y Relatos Testimoniales
Recuerdos de Treinta Aņos (1810-1840)
XXV. Noticias Locales de Santiago

Bajo este título, vamos a reunir algunos datos acerca de las casas en que nacieron, vivieron o murieron muchas de las personas notables que han figurado en Chile en los primeros cincuenta años de este siglo.

Este género de noticias ha de parecer frívolo e insignificante a algunos de nuestros lectores; sin embargo, otros las apreciarán y recogerán como datos curiosos con el mismo interés con que son recogidos y consignados en libros serios y eruditos los que se refieren a muchas ciudades europeas y aun americanas.

Aunque hemos tenido empeño en consignar aquí el mayor número de noticias de esta clase, no nos lisonjeamos con la idea de haber agotado este tema, y sólo creemos haber abierto el camino a las investigaciones de los futuros historiadores de nuestra capital.

Para hacer más fácil la consulta de estas noticias, hemos adoptado el orden estrictamente alfabético de los apellidos de las personas de quienes se trata.

Lo principal y más difícil de este trabajo es la certidumbre del número que tienen hoy las casas que ocuparon las personas de que se trata, sobre todo en sus últimos años, y creemos que en este dato no hay un solo error; sin embargo, si alguna persona lo descubre, le suplicamos se sirva advertírnoslo del modo que le sea más conveniente para rectificarlo.

Nos falta sólo testificar nuestro agradecimiento a dos apreciables caballeros, a quienes sucesivamente hemos consultado: el señor don Francisco de P. Figueroa, que nos suministró gran número de datos interesantes, y el señor don Diego Barros Arana, que llevó su amabilidad hasta escribir él mismo gran parte de este trabajo, a que hablamos pensado dar una forma muy sucinta. Debemos también algunas indicaciones al señor don Luis Francisco Prieto del Río.

ALCALDE Y BASCUÑÁN, don Juan Agustín, Conde de Quinta Alegre, miembro de una junta de gobierno, Senador y Consejero de Estado. Vivió, la mayor parte de su vida en la casa número 95, de la calle de la Merced; Esta casa, que fue por muchos años una de las más hermosas de Santiago y que conserva hasta hoy su aspecto monumental, fue construida a principios de este siglo, según los planos del célebre arquitecto italiano Toesca, para don José Ramírez Saldaña, caballero español, que en el comercio hizo a fines del siglo pasado una de las fortunas más considerables del país. La casa del señor Alcalde era, desde 1820 hasta la muerte de este caballero en 1859, uno de los centros de reunión de la aristocracia santiaguina. El señor Alcalde poseía en el Tajamar, contigua al Poniente del Seminario, una espaciosa quinta que fue algunas veces lugar de reunión de los patriotas antes de la revolución de 1810 [1].

ALDUNATE, don José Antonio Martínez de, fue Rector de la Universidad de San Felipe (Chile) en 1764, gobernador del obispado de Santiago durante una ausencia del obispo Alday, Obispo de Huamanga en el Perú, desde 1803, y, por último, Obispo de Santiago en 1810. El señor Aldunate fue también miembro de la primera junta de gobierno instalada en Santiago el 18 de septiembre de este último año; pero no llegó a esta ciudad sino en octubre de ese año; y a consecuencia de los achaques de su avanzada edad, de 81 años, no tomó parte alguna en los negocios administrativos, y murió el 8 de abril de 1811, en la casa en que había vivido, que es una quinta situada en la Cañadilla, de dos pisos y de aspecto imponente, la cual se conserva en su mismo estado y lleva el número 45 [2].

ALDUNATE TORO, don José Santiago, general de brigada, Intendente de Chiloé, dos veces Intendente de Valparaíso, Ministro de la Guerra y Senador. Vivió en sus últimos años y murió en la calle de las Delicias, número 39 [3].

ANDÍA DE IRARRÁZAVAL SOLAR, don José Miguel, nació en 1800 y murió en 1848. Fue miembro de la convención de 1823 y de la de 1833. A los 36 años fue elegido Senador, cargo que desempeñó sucesivamente hasta su muerte. En 1841 fue nombrado Ministro del Interior y su sueldo lo cedió al Instituto de Caridad Evangélica. Fue también miembro de la Facultad de Leyes de la Universidad. Murió en la calle de los Huérfanos, número 47[4].

ARGOMEDO MONTERO, don José Gregorio, doctor de la Universidad de San Felipe, procurador de ciudad en 1810 y secretario de la primera junta de gobierno, y más tarde Presidente de la Corte Suprema de Justicia, había nacido en San Fernando el año de 1767, y murió en Santiago el 5 de octubre de 1830, en la casa número 75 de la calle de Santo Domingo, que habitaba desde años atrás [5].

ASTORGA, don José Manuel, miembro de una junta de gobierno en 1817, empleado largos años en la aduana, mientras esta oficina estuvo establecida en Santiago. Vivió y murió en la calle de Agustinas, en una casa que tenía cierto aspecto notable, y que ha sido casi reedificada; lleva al presente el número 3. Más que por los empleos que desempeñó, era famoso por su saber en materia de genealogía de todas las familias chilenas [6].

BALMACEDA, don Francisco Ruiz de Ovalle, presbítero, nació en Santiago en 1172. En su juventud administró él mismo su considerable patrimonio, repartiendo todo su producto entre los pobres; no pareciéndole esto suficiente, entregó todos sus bienes al hospital de San Borja, reservándose únicamente una casita, de pobrísimo aspecto y mil pesos anuales para sus gastos: de éstos ahorraba aún la mayor parte para repartirla en limosnas.

El señor Balmaceda es mirado en Chile como el tipo más acabado de todas las virtudes cristianas, sobresaliendo entre ellas su caridad sin límites. Vivió y murió en la calle de las Monjas Rosas, número 52 [7].

BARROS, don Diego Antonio, Senador, Consejero de Estado; comerciante acaudalado e influyente en la política desde 1827, comandante del Escuadrón Orden, compuesto de comerciantes. Vivió desde 1817 hasta su muerte en la calle de Ahumada, número 39. En esta casa vivió el general argentino Soler, en 1817. Fue de unos españoles ricos, apellidados Barrena. En ella se reunían con frecuencia los pelucones, sobre todo en los años qué transcurrieron desde 1828 hasta 1841.

BEAUCHEF, don Jorge, francés, oficial del ejército del primer imperio, empleado en el servicio de Chile desde 1817, donde alcanzó el grado de coronel, distinguiéndose siempre por su valor a toda prueba, su espíritu organizador y la sinceridad y rectitud de sus principios liberales. Vivió en la calle de las Monjitas, número 75, donde murió en 1840.

BELLO, don Andrés, oficial mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores, Senador, Rector de la Universidad, etc. Recién llegado a Chile, en 1829, vivió en la calle de Santo Domingo, número 30. Más tarde adquirió por compra la casa número 100, de la calle de la Catedral, donde pasó muchos años hasta su muerte, ocurrida en 1865 [8].

BENAVENTE, don Diego; antiguo jefe del ejército, Diputado a muchos congresos, Consejero de Estado, Senador y contador mayor, fue dueño de la casa que cierra por el Poniente la Plaza de Bello, y allí vivió muchos años, hasta su muerte, ocurrida en 1867 [9].

BLANCO ENCALADA, don Manuel, nació en Buenos Aires, en 1790. Teniente general, último de este grado, y vicealmirante de Chile. Vivió en sus últimos años y murió en la calle de Agustinas, número 29, el 5 de septiembre de 1876, de 86 años d edad [10].

BLANCO ENCALADA, don Ventura, Ministro de Estado en 1826 y 1827, secretario del Senado y decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Vivió en la calle de Agustinas, número 34, donde falleció en 1856 [11].

BORGOÑO, don José Manuel, general de brigada, Diputado a muchos congresos, Ministro de la Guerra y Ministro Plenipotenciario de Chile en España. Vivió, después de haber sido dado de baja en 1830, en una chacra al Oriente de San Bernardo, después en la calle de los Huérfanos, número 11 [12] . Y, por, último, en la misma calle, número 64, donde murió en 1848, siendo Ministro de la Guerra por segunda vez [13].

BRAYER, don Miguel, francés, general del Primer Imperio, vino a Chile en 1817, fue jefe del Estado Mayor de nuestro ejército, se desprestigió por el mal éxito del asalto de Talcahuano, pero quedó hasta después de Cancha Rayada y se retiró poco antes de la batalla de Maipo. Habitó en Santiago la casa número 80 de la calle de la Merced, secuestrada entonces por el Gobierno.

BULNES, don Manuel, general del ejército de Chile, gran mariscal de Ancachs, Perú, Presidente de la República de Chile, Senador y Consejero de Estado. Vivió muchos años y murió en la casa que él mismo edificó en la calle de la Compañía, numero 126.

Esta casa perteneció a la señora madre del general Bulnes, y la habitaba desde años atrás, de manera que cada vez que el general venía a Santiago, se hospedaba en ella, como sucedió después de la campaña de la restauración del Perú y de la guerra civil, que terminó en los campos de Loncomilla [14].

BUSTAMANTE, don José Antonio, natural de San Fernando, principió su carrera desde cadete en 1798, siendo subteniente en 1811. Tomó una parte importante en la revolución de Figueroa, a causa de una delicada comisión que se le encargó, en la cual expuso su vida. Hizo la campaña de los años 13 y 14, encontrándose en todas las acciones de guerra hasta el sitio de Rancagua. Volvió en la emigración con San Martín, encontrándose en Chacabuco. A su llegada a Santiago se le encargó la formación del primer cuerpo cívico de esta ciudad. En la batalla de Maipo mandaba el Batallón de Infantes de la Patria, y por un atrevido movimiento influyó poderosamente en la derrota del ejército español. Fue condecorado varias veces y llegó el año 1822 hasta el grado de general, conferido por el Director O’Higgins al darle el mando de la provincia de Coquimbo, después de haber sido Vicepresidente de la Gran Convención el mismo año. Los achaques, consecuencias de sus heridas, le obligaron a retirarse del servicio activo el año de 1823. Vivió en sus últimos años y murió en la calle de San Antonio, número 8.

CAMPINO SALAMANCA, don Enrique, general de brigada, militar de la Independencia desde 1810, muerto en el año corriente de 1874. Vivió largos años en la calle de la Compañía, en que lleva el número 81, donde falleció.

CAMPINO, don Joaquín, hermano mayor del anterior, Ministro de Estado en 1825 y 1826, Ministro diplomático de Chile en los Estados Unidos y más tarde empleado de hacienda. Vivió muchos años en los altos de la casa número 173 de la Alameda de las Delicias, donde sostenía una tertulia muy concurrida por muchos caballeros distinguidos de la sociedad santiaguina [15]. El señor Campino vivió más tarde y murió en la calle de Lira, numero 58.

CAMPO LANTADILLA Y BRACAMONTE, don Juan José, rector de la Universidad de San Felipe, secretario de García Carrasco. De vasta ilustración y talento. Calle de las Claras, 24, ángulo Nordeste con Chirimoyo. Murió en el Perú.

CARRERA CUEVAS, don Ignacio de la, padre de la ilustre familia de los Carrera, brigadier de milicias, miembro del Cabildo de Santiago bajo el régimen colonial y de la primera junta de gobierno en 1810. Nació en 1747 en la calle de las Monjitas, número 63, vivió largos años en la calle de los Huérfanos, número 29, y, por último en la calle de las Agustinas, número 46. Habitó esta última casa desde los primeros días de la revolución, y allí fue donde sus tres hijos prepararon la revolución del 4 de septiembre de 1811.

CARRERA VERDUGO, doña Javiera, hija del anterior, patriota célebre, nació en la casa de sus padres, número 29 de la calle de los Huérfanos y vivió allí hasta la famosa emigración de 1814. A su vuelta a Chile, en 1823, habitó la casa número 47 de la calle de los Huérfanos [16]. Pasó largos años en su hacienda de San Miguel, departamento de Melipilla, y murió el 21 de agoste de 1862, en la Alameda de las Delicias, número 96 [17] .

CARRERA, don Luis, hermano de la anterior, nació en 1791, en la misma casa de la calle de los Huérfanos, número 29. Fue más tarde coronel comandante de artillería del ejército patriota; se ilustró en las primeras campañas de la independencia, y, por último, fue fusilado en Mendoza, 1818.

CARRERA, don José Miguel, famoso caudillo de nuestra revolución, Presidente de dos juntas de gobierno, general del primer ejército de Chile; nació en 1785, en la casa número 29 de la calle de los Huérfanos; habitó durante su grandeza y poderío en la casa número 46, de la calle de las Agustinas, y murió fusilado en Mendoza, el 4 de septiembre de 1821. Don José Miguel Carrera es el miembro más ilustre de esta célebre familia, y la historia de su vida encierra por completo el primer periodo de la historia de nuestra revolución.

CARRERA, don Juan José, hermano mayor del anterior, nacido en Santiago, el 17 de julio de 1782, en la casa de sus padres, calle de los Huérfanos, número 29. Fue fusilado en Mendoza, en abril de 1818.

CERDA, don José Nicolás, mayorazgo acaudalado, miembro del Cabildo de Santiago, vocal de una junta de gobierno en 1812 y patriota muy considerado por el prestigio de su fortuna y de su familia y por las dotes de su carácter caballeroso. Nació en Santiago, en la calle de los Huérfanos, número 17, y murió en la calle de la Merced número 61 [18], en una espaciosa casa que había pertenecido poco antes a don José Miguel Lecaros [19].

CIENFUEGOS ARTEAGA, don José Ignacio, eclesiástico notable por su piedad, por su ilustración y por su ardoroso patriotismo. Fue miembro de una junta de gobierno en 1813, gobernador del obispado de Santiago desde 1817 hasta 1822, y Senador durante este período. Hizo dos viajes a Roma como enviado del Gobierno chileno cerca de la Santa Sede, y fue más tarde Obispo de la Concepción, destino que renunció en los últimos años de su vida para dedicarse al cultivo de las virtudes privadas. Nació en Santiago en 1762, y murió en Talca, en 1845, legando sus bienes a los establecimientos de caridad y al liceo de ese pueblo. En Santiago habitaba una quinta de su propiedad, en una casa que lleva el número 271 de la Alameda de las Delicias [20].

CRUZ, don Luis, general del ejército de Chile, nació en Concepción, en 1768. Desde principios de este siglo desempeñó, tanto en el pueblo de su nacimiento como en Santiago y fuera de Chile, numerosas e importantes comisiones. Fue miembro de la primera junta revolucionaria de Concepción, Diputado a varios congresos y miembro de la junta de gobierno que reemplazó al Director Supremo O’Higgins, en 1818, durante su ausencia en el Sur. Habiendo tenido lugar entonces el descalabro de Cancha Rayada, Cruz desplegó grande actividad y energía para mantener el orden en la capital e infundir aliento en los ánimos, sumamente alarmados a consecuencia de aquel lamentable suceso. Dos años más tarde acompañó al general San Martín al Perú, con un cargo importante en el ejército expedicionario. De una inflexible rigidez en el servicio, era, sin embargo, amado de todo el mundo, por la finura de su trato y por sus maneras exquisitas, exornadas por una de las más hermosas figuras de nuestro ejército. Murió fuera de Santiago, en 1828, habiendo desempeñado como último cargo la comandancia de armas, y ocupando sus oficinas y habitación la casa número 128, en la calle de la Compañía [21] .

DAUXION LABAYSSE, don José Francisco, escritor francés, dado a los estudios políticos y a la historia natural.

Después de haber vivido algunos años en los Estados Unidos, y de haber, visitado a Venezuela y las Antillas, sobre cuyos países escribió un libro, que no carece de interés, desempeñó una comisión de Luis XVIII cerca de la República de Haití. El mal éxito de esta misión y otros hechos que no es del caso mencionar aquí le obligaron a pasar a los Estados Unidos, y después a la República Argentina. Mal vista allí por sus compatriotas a consecuencia de las declaraciones que prestó en el proceso seguido a dos oficiales franceses que habían venido con don José Miguel Carrera, Dauxion Labaysse pasó a Chile y se ocupó aquí en la enseñanza. En 1823 el Gobierno del general Freire le confió el encargo de recorrer el país  y de escribir un viaje o descripción científica de él. Esta obra, superior sin duda a las aptitudes de Dauxion Labaysse, quedó en proyecto, y sólo después de la muerte de éste, ocurrida en 1829, el Gobierno confió este encargo a don Claudio Gay. Dauxion Labaysse vivió mucha tiempo en La Serena, en la casa del Intendente de esa provincia, don Francisco Antonio Pinto. Cuando residía en Santiago vivía en la Maestranza, en el mismo local que ahora ocupa la Escuela Militar.

DONOSO, don Justo, padre recoleto-dominico, padre dominico en seguida, clérigo secular, rector del Seminario de Santiago, miembro de la Universidad de Chile, Obispo de Ancud, y más tarde de La Serena, y por último Ministro de Justicia, había nacido en Santiago, en julio de 1800, y falleció en La Serena, en febrero de 1868. El señor Donoso fue un canonista de un saber sólido, cuyas obras son consultadas en Chile y en toda la América.

Vivió en Santiago, en la calle de la Recoleta, número 28.

ECHEVERRÍA LARRAÍN, don Joaquín, Ministro del Interior del Director O'Higgins, nació en la calle de los Huérfanos, número 32, y murió en la calle de las Delicias, número 96.

EGAÑA, don Juan, Senador, autor de varias constituciones, escritor, político y poeta, abogado célebre y gran patriota. Nació en Lima en 1769, y murió en Santiago en 1836, en la casa número 13, calle de Teatinos.

EGAÑA, don Mariano; hijo del anterior, patriota ilustre, Ministro de Chile en Londres, Senador, Fiscal de la Corte Suprema, Ministro de Estado y autor de la Constitución de 1833. Vivió y murió en la casa número 13, de la calle de Teatinos [22] .

ELIZONDO, don Diego Antonio, Diputado al primer congreso, y Obispo de la Concepción. Monjitas, número 76 [23].

ENCALADA RECABARREN, don Martín, miembro de una junta de gobierno. Calle de las Agustinas, número 34.

ERRÁZURIZ, don Fernando, miembro de una junta de gobierno, y más tarde Presidente de la República. Calle de las Monjitas, número 60.

EYZAGUIRRE ARRECHAVALA, don Agustín, cabildante del año de 1810, miembro de una junta de gobierno y Vice presidente de la República el año de 1826. Huérfanos, número 32 [24].

EYZAGUIRRE ARRECHAVALA, don José Alejo, deán de la Catedral de Santiago y más tarde nombrado Arzobispo. Renunció a este cargo antes de ser consagrado. A sus altas virtudes reunía una humildad ejemplar, que no era, sin embargo, un obstáculo para que, cuanto era del caso, desplegara una santa energía de que dio varias veces público testimonio. Vivió muchos años y murió en la calle de las Monjitas, número 57, ángulo Nordeste con la de Claras.

FONTECILLA, don Francisco, Intendente de Santiago en 1818. Monjitas número 76.

FONTECILLA MORALES, doña Micaela, eminente patriota muy perseguida por los realistas. Santo Domingo, 44  [25].

FREIRE, don Ramón, último capitán general, Supremo Director y más tarde Presidente de la República, cuyo cargo renunció. Nació en la calle de Santo Domingo, número 36, el año de 1787. Más tarde vivió hasta su muerte, en 1851, en la calle de la Merced, número 69[26].

FIGUEROA, don Tomás, valiente militar, coronel español que encabezó la contrarrevolución del 1º de abril de 1811. Fue fusilado en la cárcel de Santiago, a las dos de la mañana del 2 del mismo mes. Vivió en la calle de las Monjitas, número 63.

GANDARILLAS GUZMÁN, don Manuel, patriota distinguido, Ministro del Interior bajo el Gobierno de Freire, y más tarde Ministro de la Suprema Corte, nacido en Santiago en 1790. Vivió y murió, en 1842, en la calle de las Claras, número 23, al lado Sur de la  Plazuela de la Merced[27].

GARCÍA CARRASCO, don Francisco Antonio, brigadier de ingenieros del ejército español, Presidente interino del reino de Chile desde 1808 hasta 1810. Vivió en el palacio viejo en la Pinaza de Armas o de la Independencia, mientras tuvo el mando superior; pero después de su separación del Gobierno, se trasladó a la calle de la Recoleta y habitó la casa que tiene el número 69, donde vivió hasta fines de abril de 1811, época en que salió de Chile y pasó al Perú.

GAY, don Claudio, sabio francés, autor de la HISTORIA FÍSICA Y POLÍTICA DE CHILE. En la época en que hacia sus estudios, desde 1834 hasta 1841, tenía su residencia, cuando venía a Santiago, en la calle de Morandé, número 44  [28].

GORBEA, don Andrés, célebre matemático español, profesor en Chile desde 1825 hasta 1852, en que murió, decano de la Facultad de Matemáticas y director del Museo Nacional, tan notable por su saber como por la elevación de su carácter y la amenidad de su trato[29].

GRAJALES, don Manuel, célebre médico español que vino a Chile, por primera vez, por los años 1805 ó 1806, a propagar la vacuna, y volvió poco más tarde al Perú, de donde el Virrey Abascal lo despachó de nuevo á Chile como cirujano del ejército español. Apresado en Talcahuano por los patriotas el buque en que venía, Grajales prestó sus servicios de cirujano en el ejército patriota, y quedó en Chile hasta 1826, adquiriendo en nuestro país una alta reputación por su saber y por su carácter bondadoso y caritativo. Vivió en la calle del Puente, número 9, y después en la de la Bandera, número 31, que era entonces la casa del marqués don José Toribio Larraín[30].

GUZMÁN IBÁÑEZ, don José María, miembro de una junta de gobierno e Intendente de Santiago en el Gobierno de O' Higgins. Fue una de las personas que mostraron más energía contra aquel Gobierno, en el memorable 28 de enero de 1323. Huérfanos, número 34 [31].

HENRÍQUEZ, Camilo; padre de la Buena Muerte, publicista célebre de nuestra revolución y redactor de la Aurora, nacido en Valdivia, en 1769 y muerto en Santiago, en 1825. Vivió y murió en la calle de Teatinos, número 33. En esta casa vivió más tarde el famoso actor Ambrosio Morante.

HERMIDA, don Antonio, patriota entusiasta, en cuya casa se reunían los revolucionarios del año de 1810. Delicias, número 139.

INFANTE, don José Miguel, procurador de ciudad en 1810, Diputado varias veces, miembro de dos juntas de gobierno, Ministro de Hacienda de O' Higgins y juez de la Corte de Apelaciones de Santiago. Calle del Estado, número 33[32].

IRISARRI, don Antonio José, natural de Guatemala, Supremo Director interino en 1814, Ministro del Interior en el Gobierno de O' Higgins, y escritor ardoroso en defensa de la independencia. Monjitas, número 70.

JARA, doña Pabla, matrona muy influyente antes y después de la revolución de 1810. Monjitas, número 20 [33].

LARRAÍN, don Diego, alférez real en 1810, regidor del Cabildo y patriota entusiasta. Plaza de la Independencia, portal Mac Clure, número 36.

LARRAÍN, don Joaquín, fraile de la Merced y provincial de la misma orden, secularizado más tarde, patriota exaltado que se distinguió durante toda la revolución, hasta la caída de O' Higgins. Vivía en la calle de los Huérfanos, número 14, donde se reunían muchos patriotas como C. Henríquez, Vera; Infante, etc. [34].

LAS HERAS, don Juan Gregorio de, general argentino, distinguido por su valor, por la entereza de su carácter y por su talento militar, que después de haberse ilustrado en la Guerra de la Independencia de Chile, desempeñó en la República Argentina el puesto de Presidente de aquel Estado. Vivió y murió en la calle Nueva de San Diego, número 36 [35]. Contra lo que puede creerse, el apellido de este ilustre general era Gregorio de Las Heras. Parece que la primera de estas palabras fuese el nombre de bautismo.

LASTRA, don Francisco, general y Supremo Director en 1814. Monjitas, número 38.

MARÍN, don Gaspar, doctor y miembro de la Suprema Corte, nació en La Serena, fue secretario de la primera junta de 1810, Diputado a varios congresos y miembro de una junta de gobierno en los primeros años de la revolución. Es padre de la señora doña Mercedes, eminente matrona, poetisa y literata, como asimismo del sabio don Ventura. Vivió siempre en la calle de las Monjitas, número 54 [36], y murió en 1839, en una quinta, calle de las Delicias, número 6.

MARÍN RECABARREN, don Ventura, hijo del anterior, nació en Santiago en 1806, en la calle de las Monjitas, número 54. Fue profundo filósofo, teólogo, jurisconsulto, publicista, literato, poeta; en una palabra, hombre enciclopédico, habiendo dejado numerosos escritos que lo acreditan. Fue venerado desde sus tiernos años por su caridad sin límites y por su admirable santidad, que llevó hasta el caso de pasar los últimos años de su vida en el convento de la Recoleta Franciscana, sujetándose voluntariamente a todas las prácticas de la comunidad. Cuatro días antes de su muerte se hizo conducir a casa de su hermano don Francisco, calle de Santo Domingo, número 27, donde murió el 12 de abril de 1877, de edad de 71 años, haciéndose vestir, para lo que tenia licencia, el habito de lego de aquella religión, después de haber profesado el día anterior[37].

MASTAI-FERRETTI, PIO IX, secretario del señor Muzi en Chile, año de 1824. Vivió en la calle de la Bandera, número 17 [38].

MAROTO, don Rafael, coronel del batallón español Talavera; después de la batalla de Rancagua, brigadier, en cuyo grado mandó el ejército español en Chacabuco. Huérfanos, número 18 [39].

MÁRQUEZ DE LA PLATA, don Fernando, español, Oidor de la Audiencia de Lima, Regente de la Audiencia de Chile, y vocal de la primera junta de gobierno de 1810. Agustinas, número 56 [40].

MENA, don Pedro, presidente de la Sociedad de Agricultura, Ministro de Hacienda de Freire y Senador. Catedral, número 140 [41].

MENDIBURU, don Antonio, coronel en la primera época. Plazuela de O' Higgins, en la casa que ocupa el Banco Hipotecario [42].

MENESES, don Juan Francisco, doctor en leyes, secretario de Marcó, Ministro General en 1830 y posteriormente deán de la Catedral de Santiago. Ramadas, número 29.

MONASTERIO, doña Agueda, célebre por sus sacrificios y sufrimientos por la causa de la independencia. Es madre del valiente coronel Latapiatt. Vivió muchos años a inmediaciones del Mapocho; pero más tarde ocupó hasta su muerte la casa número 40 de la calle de la Merced.

MONTT, don Manuel, es el hombre, que ha recorrido en Chile la escala más extensa y variada como funcionario público. Principió su carrera de inspector del Instituto Nacional; en seguida, rector del mismo establecimiento; Ministro de Justicia; Ministro del Interior; juez de la Corte Suprema y Presidente del mismo tribunal. Presidente de la República, enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario al Congreso Americano reunido en Lima, cuando la última guerra con España, del que fue elegido Presidente. Murió de Presidente de la Corte Suprema, en octubre de 1880, en su casa, calle de la Merced, número 68.

MUÑOZ URZÚA, don Manuel, miembro de la última junta de gobierno, en 1814, cuando tuvo lugar la batalla de Rancagua. Vivió en la calle de la Merced, número 69. En esta misma casa hablan vivido los dos Gamero, oficiales de esa época.

OVALLE BEZAÑIILLA, don José Tomás, miembro de una junta de gobierno el año 1830 y Presidente de la República en el mismo año. Vivió en la calle de Santo Domingo, en la casa número 111, pero murió fuera de Santiago.

O' HIGGINS, don Bernardo, nació en Chillán, en 1776. Director Supremo, capitán general del ejército de Chile y gran mariscal del Perú. Vivió desde 1817 en el palacio presidencial, Plaza Armas; pero después de su abdicación, en 28 de enero de 1823, se trasladó a la casa antes mencionada de don Antonio Mendiburu, hasta su salida para el Perú.

OSORIO, don Mariano, coronel en Rancagua y más tarde de brigadier del ejército español. Vivió la mayor parte del tiempo que pasó en Santiago en la calle de Huérfanos, número, 29.

PÉREZ, don Francisco A., Senador y miembro de una junta de gobierno. Huérfanos, número 14.

PINTO, don Francisco Antonio, nació en Santiago, en 1785. General de brigada,  Ministro del Inferior en el Gobierno de Freire y más tarde Presidente de la República. Antes de desempeñar este cargo vivió en la calle de la Bandera, número 17, y en sus últimos años, hasta su muerte, en la calle de las Delicias, número 225.

PORTALES PALAZUELOS, don Diego, Ministro del Interior el año 1830 y Ministro de la Guerra en 1835. Nació en Santiago en 1793. Vivió por los años 25 y 26 en la calle de Ahumada, número 22, y en sus últimos años, antes de salir para Quillota, donde murió, en la calle de la Catedral, número 22.

PRADO JARAQUEMADA, don Pedro, miembro de una junta de gobierno. Murió calle de la Compañía, número 108 [43].

PRIETO SANTELICES, don Joaquín, nació en Concepción, en 1786. General del ejército de Chile, Diputado a varios congresos y Presidente de la República. Después de los diez años de su mando vivió, hasta su muerte, en 1844, en la calle de Agustinas, número 27 [44].

PUENTE, don Francisco, español de gran saber, a quien muchos servicios debe la instrucción en Chile. Nació en Burgos, en 1774, y entró de religioso franciscano, en cuyo carácter vino a Chile en 1793, secularizando después y siendo canónigo de nuestra Catedral. Después de haber lucido su talento en la enseñanza en las aulas de su convento, fue profesor de la Academia de San Luis, del Instituto Nacional, a su fundación, y de la Academia Militar y de colegios particulares. Fue más tarde Rector del Instituto y miembro de la Universidad en dos facultades. Escribió  un CURSO COMPLETO DE MATEMÁTICAS, un TRATADO DE GRAMÁTICA CASTELLANA, y se dice que dejó un CURSO COMPLETO DE TEOLOGÍA. En 1849, ya de 85 años, murió en la casa número 55 de la Calle Nueva de San Diego, hoy reconstruida.

RECABARREN PARDO DE FIGUEROA, doña Luisa, eminente patriota, esposa del doctor don Gaspar Marín y madre de la señora doña Mercedes Marín del Solar. Notable por su ardoroso entusiasmo por la independencia y por la tenacidad con que fue perseguida por los realistas. Nació en La Serena, y, al trasladarse a Santiago, ocupó la casa número 54, en la calle de las Monjitas, donde murió

RODRÍGUEZ ALDEA, don José Antonio, nació en Chillán, en 1779, Después de haber desempeñado empleos de importancia en el ejército español, fue Ministro de Hacienda del Director O'Higgins. Habitó muchos años y murió en su casa, calle de Santo Domingo, número 37.

RODRÍGUEZ BALLESTEROS, don Juan, español, Regente la Audiencia en 1808. Vivió en la calle de santo Domingo, número 36.

RODRÍGUEZ, don Carlos, Ministro del Interior en el Gobierno del general Pinto y más tarde miembro de la Suprema Corte. Vivió y murió en la calle de las Agustinas, número 44.

RODRÍGUEZ, don Manuel, célebre revolucionario, teniente coronel y auditor de guerra en víspera de la batalla de Maipo. Vivió en la calle de Agustinas, número 27. Murió asesinado en Tiltil.

RODRÍGUEZ ZORRILLA, don Joaquín, doctor de la Universidad de San Felipe, miembro del Cabildo de 1810, asesor de Osorio y más tarde Ministro de la Corte Suprema. Murió en 1831, en su casa, calle de la Compañía, número 123 [45].

RODRÍGUEZ ZORRILLA, don José Santiago, obispo de Santiago; vivió en la Plaza de Armas, en el lugar que ocupa el Pasaje Matte. Más tarde se trasladó al palacio episcopal, situado, como ahora, en la misma plaza. Allí fue preso en 1825 y desterrado a España, donde murió.

ROJAS, don José Antonio, iniciador de la revolución del año 1810. Murió en 1817, en su casa, en la calle de San Antonio, número 27.

ROSALES, don Juan Enrique, miembro de la primera junta de gobierno y padre de la familia de ese apellido, que hizo notable papel en la revolución de la independencia. Calle de la Compañía, número 126.

ROZAS, don José María, pariente inmediato de don Juan Martínez de Rozas. Entre varios cargos importantes que desempeñó, fue uno de ellos el de Senador, bajo el Gobierno del Supremo Director O' Higgins. Vivió muchos años, y murió en la calle de la Catedral, número 109 [46].

ROZAS, don Juan Martínez de, nació en Mendoza el año de 1759; fue miembro de la primera junta de gobierno en 1810. Dos años después fue desterrado a Mendoza, donde murió en 1813. Vivió en casa del señor don Manuel Salas, en la calle de San Antonio, número 10.

SALAS CORBALÁN, don Manuel, una de las personas que más influyeron en la revolución del año 10. Vivió siempre en su casa, calle de San Antonio, número 10; pero en víspera de su muerte fue llevado a casa de la señora doña Antonia, su hija, calle del Estado, número 56, y allí murió en 1841 [47].

SAN BRUNO, don Vicente, español, sargento mayor del Batallón Talavera y presidente del Tribunal de Vigilancia. Este tribunal funcionaba en las habitaciones de San Bruno en los altos del actual Palacio de los Tribunales, en las salas en que ahora está establecida la oficina del Conservador, número 22 [48].

SANFUENTES TORRES, don Salvador, literato y poeta, Intendente de Valdivia, secretario general de la Universidad y después decano de la Facultad de Humanidades, fue dos veces Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública. Liberal moderado y de bellísimo carácter. Vivió en sus últimos tiempos y murió en la calle Nueva de San Diego, número 18[49].

SAN MARTÍN, don José de, general de los ejércitos argentino, chileno y peruano. Su residencia en Santiago, después de Chacabuco, fue en la calle de la Merced, número 76, y posteriormente en el palacio arzobispal, a cuyo frente se leía: Libertad e independencia, de Chacabuco herencia [50].

SAZIE, don Lorenzo, famoso medico cirujano francés, tan notable por su ciencia y su talento como por su espíritu caritativo para con los pobres y su bondad inalterable. Vino a Chile en 1834, en la época de la fundación de nuestra Escuela de Medicina, de que fue uno de los más ilustras profesores hasta el año de 1865, en que murió.

El pueblo, agradecido, le levantó un monumento en el Cementerio General de ésta ciudad, y el Gobierno francés le envió la medalla de la Legión de Honor. El doctor Sazié fue, además, y por muchos años, decano de la Facultad de Medicina y miembro de la Municipalidad de Santiago. Una ley del Congreso le concedió la ciudadanía chilena. Vivió en los altos de la casa número 45, de la calle de los Huérfanos [51], y más tarde en la casa número 7, de la calle de Santa Rosa.

TOCORNAL, don Gabriel José, asesor del Cabildo de 1810 y más tarde Regente de la Corte de Apelaciones.

Vivió y murió en la calle de las Monjitas número 63.

TOCORNAL, don Manuel Antonio, nació en 1817, fue varías veces Diputado, Ministro de Justicia, Culto e Instrucción Pública, bajo el Gobierno de Bulnes, y más tarde Ministro del Interior en el Gobierno de Pérez. Fue uno de nuestros más notables oradores, y muy respetado por la rectitud e Integridad de su conducta como hombre público y privado. En sus últimos años había llegado a la cumbre de los honores, siendo a la vez Presidente del Senado, Consejero de Estado y rector de la Universidad. Vivió algunos años en la calle de las Agustinas, número 42, y, después, hasta su muerte, en una hermosa casa que edificó en la calle de la Bandera, número 32 [52].

TOCORNAL, don Joaquín, Diputado varias veces, Ministro de Haciendas y más tarde del Interior, durante la presidencia de Prieto. Es padre del anterior. Vivió y murió en la Alameda de las Delicias, número 72 [53].

TORO URETA, don Mateo, conde de la Conquista y primer Presidente de la primera junta de 1810. Murió, en 1811, en su casa, calle de la Merced, número 80.

VIAL DEL RÍO, don Juan de Dios, Ministro de Estado, Senador y Presidente de la Corte Suprema. Bandera, número 17.

VIAL SANTELICES, don Agustín, nació en Concepción en 1778; fue abogado notable, Diputado a varios congresos y tres veces Ministro de Hacienda. Patriota abnegado y entusiasta, de extenso saber, de palabra fácil e instructiva y de rara modestia: era quizá el único que ignoraba el interés con que se le oía. No enumeraremos los numerosos empleos lucrativos que se negó a desempeñar ni los que ejerció gratuitamente, sin ser rico. Vivió hasta su muerte, en 1838, en su casa, calle de la Compañía, número 32.

VIAL SANTELICES, don Juan de Dios, nació, como su hermano don Agustín, en Concepción, quince o veinte años antes. Abrazó con entusiasmo, como toda su familia, la causa de la revolución. Cuando el 1º de abril de 1811 tuvo lugar el Intento contrarrevolucionario del coronel Figueroa, Vial, como jefe superior de la guarnición de Santiago, acudió a la Plaza de Armas a sofocarlo con la parte de la tropa que le obedecía. Por consiguiente, la primera voz de fuego que se oyó en Chile, en defensa de la causa nacional, fue la suya: por esto, algunos historiadores, en su entusiasmo, lo han llamado el primer patriota. Algunos días después del triunfo de Chacabuco se le encargó la formación del primer batallón chileno, que se llamó Nº 1 de Chile. A los pocos años, y habiendo prestado desde su juventud importantes servicios a -su patria, murió en la casa de su propiedad, calle de los Huérfanos que ahora lleva el número 80 [54].

VICUÑA LARRAÍN, don Manuel, primer Arzobispo de Santiago, recordado con admiración por sus grandes virtudes. Agustinas, número 100  [55].

VICUÑA LARRAÍN, don Francisco Ramón, Diputado y Senador a varios congresos, y el año de 1829 Presidente de la República. Compañía, número  85 [56].

VICUÑA AGUIRRE, don Pedro Félix, hijo del anterior, nació en Santiago, en los primeros años de este siglo. Desde muy joven tomó una parte activa en la política, distinguiéndose por su acrisolada honradez y acendrado patriotismo. Fue escritor notable, varias veces Diputado y por último Senador. Murió en su casa, número 76, calle de Santa Domingo, el año de 1874  [57].

VIDAURRE, don José Antonio, coronel del Batallón Nº 6 y jefe de la revolución de Quillota, en que murió el Ministro Portales. Fue fusilado en Valparaíso. Antes de esto vivió en la calle de Teatinos, número 45.

VIEL, don Benjamín, oficial del Primer Imperio; llegó a Chile en 1817, y se incorporó a nuestro ejército, distinguiéndose en él por su gran valor, lo que le valió para llegar hasta el grado de general de brigada, a que no había llegado en Chile ningún europeo en la Guerra de la Independencia; el segundo fue Rondizzoni. Vivió en sus últimos años en la calle de las Ramadas, número 8.

VILLEGAS, don Hipólito, argentino de nacimiento, Ministro de Hacienda en el Gobierno de O' Higgins. Fue uno de los tres ministros que firmaron en Concepción la declaración de la Independencia, en 1818. Agustinas, número 60.

ZENTENO, don José Ignacio, patriota tan ilustre por su infatigable laboriosidad, por su talento claro como por la rectitud y la entereza de su carácter, sobre todo en el tiempo en que, Ministro de Guerra y Marina, bajo la administración del general O' Higgins, fue necesario crear ejército y escuadra para afianzar nuestra independencia y llevar la libertad al Perú, y todo esto en medio de las dificultades de la política interior y de la pobreza casi inconcebible ahora de este país, que, como decían los españoles, era, hasta 1810, el más pobre y atrasado de todos los que estaban sometidos a España. El general Zenteno vivió por muchos años en la calle del Puente, número 3, frente a la Plaza de Abastos; pero habiendo comprado a los padres franciscanos un sitio en la Alameda de las Delicias, edificó una modesta casa en que vivió y murió el año de 1847. Esta casa tiene ahora el número 94, pero ha sido reedificada hace pocos años.

No terminaremos estos apuntes sin consignar el sitio en que funcionó la primera prensa que hubo en Chile. La imprenta de la Aurora, que trajo de Estados Unidos don Mateo Arnaldo Höevel, en 1812, estuvo establecida en el edificio de la antigua Universidad. Se sabe que este local, en que también funcionó la Cámara de Diputados por largos años, y en cuyo patio central se levantó un teatro provisorio en 1839, es el mismo en que ahora se ha construido el suntuoso Teatro Municipal [58].

Las casas que se encuentran en el mismo estado que tenían a la muerte de las personas antes mencionadas, o que han sido refaccionadas sin haber perdido su forma primitiva son las de:

Alcalde.
Aldunate, don J. A.
Aldunate, don J. S.
Bello.
Beauchef.
Borgoño, Huérfanos Nº 64.
Bulnes.
Campino, don E.
Campino, don J.
Carrasco.
Carrera, doña J. [59] .

Cienfuegos.
Donoso.
Echeverría, V. [60].

Elizondo.
Encalada.
Errázuriz.
Freire.
Gandarillas.
Gorbea.
Guzmán.
Jara, doña P.
Las Heras.
Maroto.
Mena.
Meneses.
O' Higgins, Palacio presidencial.
Pinto.
Rodríguez Aldea.
Rodríguez B.
Rodríguez Zorrilla, don Joaquín.
Rozas, don J. M.
Sazié.
Salas.
San Bruno.
Toro.
Tocornal, don J.
Tocornal, don M. A.
Vera.
Vial.
Viel.
Zenteno, calle del Puente, número 3, y Delicias, número 94.

Las restantes han sido reedificadas.

__________ 

[1] 

Pertenece hoy a las monjas de la buena enseñanza. Volver.

[2]

Hoy de don Luis Echeverría Cotapos. Volver.

[3]

De don Emilio Villegas. Volver.

[4]

Ángulo Noroeste con la de Teatinos, reedificada en parte por doña Luisa Laso de Salas. Volver.

[5]

Ángulo Noroeste con Morandé, reedificada en 1885. Volver.

[6]

Ángulo Nordeste con Miraflores (Nueva de la Merced). Hoy de don José Respaldiza. Su cabeza era una aglomeración de apellidos y muy murmurador. Volver.

[7]

Era mayorazgo de Ibacache y Las Arañas, a donde solía viajar a pie. Volver.

[8]

De don José Tomás Balbontín (1885). Volver.

[9]

Del Dr. José Joaquín Aguirre. Tiene a su frente un jardín rodeado de verjas de fierro. Volver.

[10]

De don Vicente Mardones (1877). Volver.

[11] 

Pasó por herencia a la familia Blanco Cuartín. Reedificada en 1884. Volver.

[12]

Hoy de don Domingo José de Toro y Guzmán. Volver.

[13]

Hoy de doña Rosario Valdés Lecaros de Solar. Volver.

[14]

Después de su viuda doña Enriqueta Pinto y Garmendia. Ángulo Suroeste con la calle del Peumo. Volver.

[15]

Hoy del huaso Soto. Ángulo con Morandé. Volver.

[16]

Hoy de Fernando Álamos. Volver.

[17]

En realidad la casa que seguía al Poniente de la capilla de la Soledad. Volver.

[18]

Hoy de doña Catalina Salas de Errázuriz. Volver.

[19]

De don José Eugenio Vergara. Volver.

[20] 

De don José Santos Lira, dividida en varias casas. Volver.

[21]

La que sigue para abajo de la que fue del general Bulnes. Volver.

[22]

Después de su hija doña Margarita de Melo y Tocornal. Volver.

[23]

Después, de don Francisco Arriagada. Desde 1884, de don Agustín Llona. Ángulo Suroeste con San Antonio. Volver.

[24]

 Había sido de sus suegros don Agustín Larraín y Lecaros y doña Ana Josefa Guzmán y Lecaros. Correspondía al edificio de la esquina del Estado. Hoy Banco Nacional. Volver.

[25]

De don Domingo Santa María, por su mujer doña Emilia Márquez de la Plata. Volver.

[26]

De don Rafael Mandiola. Volver.

[27]

De don Ramón Briseño. Volver.

[28]

Vivió y murió en la calle de Moneda, Nº 34, la casa que sigue al Poniente, acera sur antes de agregársele la de Chirimoyo. Volver.

[29]

De Carmen Guzmán e Ibáñez. Hoy de doña Carmen Huici, viuda de don Santiago Gandarillas. Volver.

[30]

De Haviland. Fue de doña Joaquina Aldunate de Ruiz Tagle. Volver.

[31]  Después, de su viuda doña Margarita Guzmán y de doña Carmen Cifuentes de Fresno. Volver
[32]  La reconstruyó Haviland. Fue de doña Joaquina Aldunate de Ruiz Tagle. Volver
[33]

Después vivió en la Alameda de las Delicias, casa del Dr. Palma. Volver.

[34]

Después de don Joaquín Echeverría Recabarren. Volver.

[35]

Se han edificado varias casas a dicha calle, y a la Angosta, en la quinta que fue de Las Heras. Volver.

[36]

Después, de su yerno don José María del Solar. Volver.

[37]

Ángulo Noroeste con la de Miraflores. Volver.

[38]

De don Juan de Dios Vial del Río. Ángulo Sureste con la de Rosas. Volver.

[39] 

Casa antigua. Es la tercera de la calle de las Claras, por abajo, acera Sur. Volver.

[40]

Ángulo Sureste con Teatinos, de don Domingo Fernández Matta. Volver.

[41] 

De doña Carmen Mena de Varas. Volver.

[42]

Formaba un montillo en la casa de la familia Gumucio y el Consulado. Volver.

[43]

Reedificada por don José Ignacio Larraín y Landa. Volver.

[44]

Después de la familia Correa Videla, y don Julio G. Huidobro. Volver.

[45]

Después de su hija doña Rosa Rodríguez de Arlegui. Volver.

[46]

Todavía en la familia (1880). Volver.

[47]

La compró don José Antonio Álvarez, quien la edificó. Volver.

[48]

La última pieza de la calle Bandera, al Sur del palacio. Volver.

[49]

Después, de don Claudio Manterola. Volver.

[50]

Casa del Mayorazgo Valdés, ángulo Suroeste con la de don Antonio. Volver.

[51]

Después de don Cosme Campillo. Volver.

[52]

Después de doña Mercedes Ignacia Tocornal y de don Pedro Pablo García Moreno. Volver.

[53]

Después, de doña Delfina Jordán. Reconstruida en 1865. Volver.

[54]

La reedificó don Agustín Tagle Echeverría. Volver.

[55]

Ángulo Suroeste con el Sauce. Volver.

[56]

Actualmente, de sus nietos los Ovalle Vicuña. Volver.

[57]

De su viuda doña Carmen Mackenna y Vicuña. Volver.

[58]

La Imprenta de El Censor estuvo en los altos de la esquina S. O. de la Plaza de la Independencia. Volver.

[59]

La reedificó don Marcelo Gandarillas Eyzaguirre, en 1885. Volver.

[60]

Reedificada en parte en 1884. Volver.